“A principios de este año (2018), el ejército israelí, que recibe generosos suministros de armas por parte de Estados Unidos y los Estados de la Unión Europea (UE), mató a tiros a por lo menos 140 manifestantes palestinos e hirió a miles más en Gaza”, dijo el lunes Patrick Wilcken, un investigador de control de armas de AI.
El grupo pro derechos humanos asimismo repudió el “apoyo excesivo” de EE.UU., el Reino Unido y Francia entre otros países a Arabia Saudí y sus aliados árabes que desde marzo de 2015 “siguen infligiendo un sufrimiento devastador a la población civil de Yemen”.
Al respecto, advirtió de que el rechazo de ciertos países a poner fin a la venta de armas a Arabia Saudí, pese a los “crímenes de guerra” que este país sigue cometiendo en Yemen, “se ha convertido en un caso emblemático del comercio irresponsable de armas”.
A principios de este año (2018), el ejército israelí, que recibe generosos suministros de armas de Estados Unidos y los Estados de la Unión Europea (UE), mató a tiros a por lo menos 140 manifestantes palestinos e hirió a miles más en Gaza”, dice Patrick Wilcken, un investigador de control de armas de Amnistía Internacional (AI).
“El Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA) establece claramente que las exportaciones de armas están prohibidas si existe un riesgo real de que contribuyan a las violaciones de los derechos humanos. Los Estados que continúan suministrando armas a Arabia Saudí e Israel están descaradamente desobedeciendo las reglas”, alertó Wilcken.
En el caso concreto de Israel, varias organizaciones pro derechos humanos han alertado de la posibilidad de que las armas vendidas a este régimen estén siendo usadas en contra de los palestinos, especialmente, en los últimos meses que la Franja de Gaza ha sido escenario de enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y los manifestantes gazatíes, dejando más de 155 palestinos muertos.
También, la continua venta de armas a Riad ha incitado una ola de críticas mundial por el alto número de muertos que han dejado los ataques de Arabia Saudí y sus aliados a Yemen.
En el caso más reciente, resultó confirmado que la bomba usada por Riad en su ataque del 9 de agosto a la ciudad yemení de Saada (noroeste) era de producción estadounidense, del tipo Mark 82 con sello de la empresa militar Lockheed Martin y exportada a Arabia Saudí durante los últimos meses del año 2017 o los primeros meses del 2018.
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