El acto de protesta fue organizado por activistas de “Facción Yerushalmi”, un movimiento dirigido por el rabino Shmuel Auerbach que se opone firmemente al alistamiento de ultraortodoxos en las fuerzas de guerra del régimen de Israel.
Según el diario israelí Haaretz, los manifestantes formaron una cadena humana y llamaron "nazis" a los policías, mientras que las fuerzas de seguridad usaron cañones de agua para dispersar a los participantes en la protesta y realizaron más de 30 arrestos.
Muchos en la comunidad ultraortodoxa evitan el servicio militar obligatorio que se aplica a la mayoría de los israelíes. La comunidad ha disfrutado históricamente de exenciones generales a favor de estudios religiosos. Pero algunos de los judíos ultraortodoxos se niegan incluso a presentarse en la oficina de reclutamiento para solicitar tales exenciones en protesta contra las políticas del régimen israelí.
El ministro israelí de asuntos militares, Avigdor Liebrman, advirtió de que adoptará medidas contra los participantes en la marcha.
Lieberman ordenó detener el financiamiento de la yeshiva de Ma’alot HaTorá en Al-Quds y la yeshiva de Grudna en Ashdod, ambas dirigidas por el rabino Shmuel Auerbach, un firme oponente a servicio militar obligatorio de los ortodoxos. También, pidió reconsiderar el aplazamiento automático concedido a los estudiantes de esas dos yeshivas.
Desde 1949, los jóvenes ultraortodoxos que estudian en las escuelas talmúdicas están privados de cumplir con el servicio militar.
Las reformas aprobadas en el parlamento israelí en 2014, que pretendían eliminar las exenciones y aumentar gradualmente el alistamiento de jóvenes ultraortodoxos fueron ferozmente rechazadas por muchos miembros de la comunidad religiosa, que perciben al ejército como una amenaza para su modo de vida.
A finales de noviembre, el parlamento aprobó una enmienda a la Ley de Igualdad de Servicio, que revocó las reformas de 2014 y suprimió las sanciones colectivas si no se cubre el cupo anual de reclutas ultraortodoxos.
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