Publicada: lunes, 7 de octubre de 2024 0:37

La noche del martes, una intensa lluvia de misiles balísticos se abatió sobre los territorios ocupados por Israel, dirigiéndose a instalaciones militares estratégicas del régimen.

Por: Ivan Kesic

Este ataque fue la reacción de Irán ante una serie de asesinatos de figuras prominentes de la Resistencia perpetrados por el régimen de Tel Aviv.

En un comunicado, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) dijo que la operación militar denominada “Verdadera Promesa II” fue una respuesta a los asesinatos del líder del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) Seyed Hasan Nasralá, el líder del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Ismail Haniya y el alto comandante del CGRI, Abás Nilforushan.

El CGRI advirtió al régimen de Tel Aviv que cualquier nueva agresión contra la República Islámica de Irán y sus intereses se enfrentaría a una “respuesta más dura”.

Horas después de que la operación terminara con éxito, infligiendo graves daños a varias instalaciones militares y de inteligencia israelíes en Tel Aviv, los funcionarios del régimen israelí salieron de sus búnkeres subterráneos para lanzar amenazas contra la República Islámica.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, fue el primero en emitir amenazas contra Irán, visiblemente impactado por la operación militar iraní, que se llevó a cabo en cumplimiento de las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas.

Después de Netanyahu, muchos otros políticos y medios de comunicación israelíes se sumaron a la tendencia y amenazaron con ataques dentro de Irán, buscando el apoyo de sus patrocinadores en Washington.

Los expertos militares iraníes afirman que las amenazas israelíes son simplemente vanas bravatas y sostienen que los ataques dirigidos a instalaciones militares y nucleares carecerían de efectividad, ya que estas se encuentran debidamente protegidas.

Algunos expertos israelíes dicen que el régimen está considerando la infraestructura energética iraní, las grandes refinerías, las plantas petroquímicas, las terminales petroleras y varias plataformas de petróleo y gas en el Golfo Pérsico.

Los medios israelíes también mencionaron objetivos similares después de la operación Verdadera Promesa I en abril, cuando Irán atacó instalaciones militares en los territorios ocupados en respuesta al ataque terrorista israelí contra el edificio del consulado iraní en Damasco.

Mientras tanto, los funcionarios iraníes afirman que las fuerzas militares del país están preparadas para cualquier eventualidad y que, en caso de que el régimen israelí intente otra aventura temeraria, la respuesta será contundente.

¿Qué es lo que sostienen los funcionarios iraníes?

El viernes, el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, elogió las acciones de las Fuerzas Armadas y dijo que eran una respuesta necesaria a las horribles atrocidades cometidas por el régimen sionista, el “perro rabioso” de Estados Unidos en la región.

“La República Islámica cumplirá con firmeza y poder cualquier deber que tenga en este ámbito. No nos demoramos en el cumplimiento de nuestras obligaciones, ni actuamos con precipitación”, puntualizó.

El presidente iraní, Masud Pezeshkian, recalcó el miércoles que Teherán definitivamente dará una respuesta “más fuerte y aplastante” al régimen israelí si comete el “más mínimo” error nuevamente.

También destacó que la República Islámica ha perdido la paciencia con los países occidentales que anteriormente habían pedido a Irán que se abstuviera de una operación de represalia a cambio de un alto el fuego en Gaza.

En un comunicado emitido el mismo día, el Ministerio de Defensa de Irán puso de manifiesto que el ataque de represalia con misiles que alcanzó objetivos militares israelíes en los territorios ocupados el 1 de octubre representaba sólo una “pequeña porción” de la capacidad de defensa del país.

“Cualquier error de cálculo por parte del criminal régimen sionista y sus patrocinadores definitivamente resultará en que Irán emplee equipo y armas que asestarán golpes más duros y dolorosos al desgastado y podrido cuerpo del régimen sionista en las próximas respuestas”, advirtió el Ministerio.

El presidente del Parlamento iraní, Mohamad Baqer Qalibaf, también lanzó una severa advertencia a Tel Aviv, diciendo que las fuerzas de Irán se han preparado para “todas las posibilidades esperadas”.

“Nuestras Fuerzas Armadas han ideado un plan sorpresa para los enemigos, y nuestra próxima respuesta será de un nivel completamente diferente. Si la entidad sionista intenta atacar a Irán, desaparecerá rápidamente y colapsará”, señaló el veterano legislador.

Qalibaf también advirtió a Washington que “apriete el collar de su perro rabioso [Israel] para que no se haga daño a sí mismo ni le cause problemas a su dueño”.

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Seyed Abás Araqhchi, mantuvo conversaciones telefónicas con sus homólogos de Europa y de otros países el martes por la noche, advirtiéndoles de que “la operación de Irán ha terminado, a menos que el régimen sionista planee represalias, en cuyo caso la respuesta de Teherán será más contundente”.

El diplomático iraní se dirigió al Líbano y Siria en una importante gira regional en medio de tensiones crecientes y amenazas del régimen israelí de no permitir que ningún avión aterrice en Beirut.

“A cada acción habrá una reacción correspondiente y similar o incluso más fuerte [de Irán]. Lo hemos demostrado en el pasado y ellos [los israelíes] pueden poner a prueba nuestra determinación una vez más”, precisó el máximo diplomático iraní en una conferencia de prensa en Damasco el sábado.

El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, el general de división Mohamad Hsoein Baqeri, también advirtió al régimen israelí y a sus partidarios de que si continúan con sus acciones criminales, la próxima respuesta de Irán será aún más devastadora.

El viernes, el comandante adjunto del CGRI, el contralmirante Ali Fadavi, dio la imagen más detallada hasta ahora de la respuesta de Irán a una posible agresión iraní, afirmando que Teherán atacaría las instalaciones energéticas israelíes.

“Si la entidad ocupante comete un error, atacaremos todos sus recursos energéticos, plantas de energía, refinerías y yacimientos de gas. Podemos atacarlos a todos a la vez”, remarcó.

Fadavi también señaló que Irán es un país vasto con muchos centros económicos, mientras que el régimen israelí tiene sólo tres plantas de energía y algunas refinerías en los territorios ocupados.

¿Cuáles son los nuevos objetivos potenciales israelíes?

Considerando su pequeña superficie, la entidad sionista tiene sólo 13 grandes plantas de energía, de las cuales tres que mencionó el contralmirante Fadavi generan más de la mitad de la electricidad utilizada en los territorios ocupados.

Diez de esas trece plantas de energía son propiedad y están operadas por la Corporación Eléctrica de Israel (IEC, por sus siglas en inglés), una empresa propiedad del régimen que produce tres cuartas partes de la electricidad de la entidad.

La empresa también transmite y distribuye sustancialmente toda la electricidad utilizada en los territorios ocupados bajo control sionista, incluida la energía generada por otros productores.

La mayoría de las plantas de energía dependen de combustibles fósiles, es decir, carbón, petróleo y gas. Entre las instalaciones energéticas mencionadas, son los objetivos más sensibles porque no hay una alternativa rápida ya que no hay importación de electricidad de los países regionales.

Los tres complejos de centrales eléctricas más grandes son Orot Rabin, Rutenberg y Eshkol, todos ellos situados a lo largo de la costa del mar Mediterráneo.

La central eléctrica de Orot Rabin es una central eléctrica de turbina de gas de ciclo combinado (CCGT, por sus siglas en inglés) que funciona con carbón y se encuentra entre las ciudades de Hadera y Cesarea, a 35 km al sur de Haifa, compuesta por seis unidades de generación térmica y dos unidades de ciclo combinado de un solo eje.

La central eléctrica de CCGT puede funcionar con combustible dual, con gas natural como combustible principal, y en caso de escasez, también puede funcionar con fueloil. En los últimos años, se ha producido una conversión gradual del carbón al gas.

El complejo se extiende sobre 140 hectáreas y contiene la planta desalinizadora de Hadera en la parte sur, que suministra agua a un millón de colonos, y una serie de tanques de almacenamiento en el noreste.

También es el futuro centro del proyecto multimillonario Great Sea Interconnector, actualmente en construcción, el cable eléctrico submarino más largo del mundo que lo conectará con las redes eléctricas de Chipre y Grecia, y que está financiado en parte por la Unión Europea.

La tercera central eléctrica israelí en importancia es la Central Eléctrica de Eshkol, situada en 80 hectáreas al norte de Ashdod, cuyas cuatro unidades de generación térmica y dos de ciclo combinado generan una sexta parte de la producción total de electricidad de la IEC.

Está situada en una densa zona industrial, al noreste del puerto de Ashdod, el segundo puerto israelí más activo y el primero en términos de tráfico de contenedores de carga.

Al este de la central eléctrica se encuentra el tercer mayor depósito de petróleo del régimen (después de Ashkelon y Eilat), la segunda mayor refinería (después de Haifa), así como la Planta Desalinizadora de Ashdod, que suministra tanto como las dos mencionadas anteriormente.

Como cuarto objetivo potencial se puede considerar Haifa, que posee la cuarta central eléctrica más grande, junto con el mayor puerto y la mayor refinería.

Los tres complejos energético-industriales mencionados anteriormente son, debido a su ubicación geográfica y tamaño, objetivos vulnerables a los misiles balísticos iraníes, incluso a los modelos más antiguos, como el Shahab-3, que presentan una alta probabilidad de error circular (CEP).

Debido a la frágil infraestructura y a la gran cantidad de materiales inflamables, los daños serían incomparablemente mayores que los de la operación Verdadera Promesa II, especialmente en el sentido económico a largo plazo.

Según las imágenes satelitales, la base aérea de Nevatim fue alcanzada por 32 impactos directos, y sólo uno de esos impactos en la planta de energía sería suficiente para causar una explosión con un incendio que devastaría la zona más amplia.

Mientras que las pistas de aterrizaje o los hangares se pueden reparar en unas pocas horas o días, respectivamente, las grandes centrales eléctricas tardarían años y miles de millones de dólares en repararse.

Un ataque importante también destruiría los tanques de almacenamiento de petróleo y amenazaría el suministro de agua potable cercano, mientras que la mayor parte de la costa también sería devastada debido a las corrientes marinas en sentido contrario a las agujas del reloj.

Si Irán lleva a cabo un fuerte ataque de represalia en estos tres lugares, el régimen israelí correrá el riesgo de perder la mitad de su producción de electricidad, un tercio de su producción de refinería, casi la mitad de su tráfico portuario, una cuarta parte de su suministro de agua desalinizada, la mayor parte de sus reservas de petróleo almacenadas y todo su transporte por oleoducto.

¿Cuáles son los posibles objetivos militares?

En caso de un ataque israelí contra las instalaciones militares de Irán, es probable que Irán responda de la misma manera, apuntando a las principales bases militares del enemigo, especialmente las involucradas en la agresión.

Entre los lugares de ataque se encuentran las bases aéreas israelíes desde donde despegan aviones de combate con bombas, misiles aire-tierra o misiles cuasi balísticos lanzados desde el aire, entre los que los más importantes son Nevatim, Hatzerim, Hatzor, Ramat David y Tel Nof.

La base aérea de Palmachim también es un posible objetivo, ya que es una base importante para los programas de aviación, misiles y espacio israelíes, incluido un arsenal balístico capaz de atacar a Irán

Entre los objetivos costeros de gran importancia se encuentran los puertos navales y de carga de Haifa, Ashdod y Eilat, que son utilizados por la marina israelí y también son cruciales para el comercio internacional del régimen.

En caso de una escalada por parte del régimen de Tel Aviv, es fácilmente posible que uno de los objetivos sea el centro nuclear de Dimona, uno de los lugares clave del programa nuclear ilegal israelí.


Texto recogido de un artículo publicado en PressTV.