Recep Tayyip Erdogan inició su gira el domingo en Arabia Saudí, donde se reunió con el rey Salman bin Abdulaziz Al Saud y el príncipe heredero Mohamad bin Salman para abordar la crisis entre Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin y Egipto con Catar.
“Durante la reunión con el rey saudí le señalé que para poder resolver la crisis existen grandes expectativas sobre él”, dijo Erdogan a la prensa.
El mandatario turco, con tal de mediar en el citado conflicto, continuó la noche del domingo su viaje a Kuwait, otro país que juega rol de mediador al respecto. Allí se reunió con altas autoridades kuwaitíes. Y este lunes terminó su periplo, en Catar, donde habló con el emir catarí Tamim bin Hamad Al Thani.
Erdogan, durante una rueda de prensa al termino de su viaje, indicó: “en primer lugar, esas reuniones fueron una oportunidad para evaluar la crisis y conversar sobre una posible salida de tal situación” mientras resaltó que “destruir siempre es más fácil que construir”.
Durante la reunión con el rey saudí le señalé que para poder resolver la crisis existen grandes expectativas sobre él”, dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a la prensa.
Esas declaraciones del presidente de Turquía —país que mantiene una base militar en el suelo catarí—ponen de manifiesto el fracaso de su viaje al mostrar que ninguna de las partes habría aceptado sus propuestas para recuperar la ruptura de relaciones de los países árabes con Doha.
Asimismo, las nuevas sanciones de Al Saud y sus aliados, anunciadas el mismo lunes, contra nueve individuos cataríes con acusaciones infundadas de tener vínculos con el terrorismo en la región son otra evidencia clara del fracaso de la mediación turca para solventar la crisis diplomática.
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