El informe publicado el martes, cita a varias fuentes de Inteligencia no identificadas, quienes aseguran que hasta ahora han llegado al menos 1200 combatientes de los referidos países y se han instalado en las áreas tribales y desérticas en el país norteafricano.
Las fuentes esperan además, la venida de más hombres armados desde Túnez, Argelia y Sudán.
El pacto autorizó a cientos de elementos “cruzar (otros países de la zona) sin persecución o enjuiciamiento” y, a menudo, bajo los auspicios de EE.UU., para llegar a Libia, sumida en la violencia e inseguridad tras la invasión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Los terroristas, precisan las fuentes, denominan Libia, un paraíso y un refugio seguro, después de que perdieran todo el territorio que controlaban en Irak y Siria.
Se teme que también nacionales de varios países, incluidos Egipto, Sudán, Yemen, Jordania y Turquía, lleguen a Libia, cruzando el desierto de Sinaí (Egipto). Decenas de estos extremistas ya han logrado infiltrarse en Trípoli y Misrata (ambos en Libia) en cooperación y coordinación con redes locales.
Después de la intervención occidental en Libia en 2011 y del subsiguiente vacío de poder creado con la caída del entonces dictador libio Muamar Gadafi, esta nación árabe se ha visto inmersa en el caos.
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