"Dicen que los asesores de la OEA dependerán directamente del secretario general Luis Almagro, pero el problema es que no van a tener un rol fundamental ni autonomía para investigar; solo vienen a asesorar en los diferentes procesos", lamentó el martes uno de los dirigentes de la denominada Oposición Indignada, Ariel Varela.
Dicen que los asesores de la OEA dependerán directamente del secretario general Luis Almagro, pero el problema es que no van a tener un rol fundamental ni autonomía para investigar; solo vienen a asesorar en los diferentes procesos", lamentó uno de los dirigentes de la denominada Oposición Indignada, Ariel Varela.
Mediante una entrevista concedida a la agencia de noticias Sputnik, Varela criticó a esta entidad por involucrar al Ejecutivo en este proceso, al señalar que “como este es un Gobierno corrupto, seguramente no tome en cuenta las acciones que van a ir en detrimento de sus intereses”.
Sus declaraciones aludieron al acto de Almagro, quien anunció el lunes la creación de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) como respuesta al pedido formulado por el presidente Juan Orlando Hernández para intentar aplacar las masivas protestas antigubernamentales.
El activista del movimiento opositor de Honduras, también, reprochó la no ratificación del mandato de la OEA en el Parlamento de este país, a diferencia de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Para Varela, otros procesos similares llevados a cabo en Honduras, en los que participaron juristas internacionales, tampoco obtuvieron buenos resultados.
"Vinieron especialistas de EE.UU., Chile, España y Colombia en un rol de asesores, pero la depuración de la policía no avanzó nunca", insistió.
Al final, pidió el establecimiento de una comisión internacional similar a la que funciona en Guatemala, con "plenos poderes de investigación de los casos y que pueda presentarlos ante la Corte Suprema de Justicia".
En ese mismo sentido, la oposición política y sectores sociales en Honduras convocaron a un paro cívico nacional en contra del Gobierno, y a una paralización de actividades para el venidero jueves en la capital hondureña, Tegucigalpa.
Asimismo, el viernes último, cientos de personas con antorchas encendidas tomaron las calles para pedir nuevamente la dimisión del mandatario hondureño.
Las marchas se suceden en Honduras como consecuencia de que saliera a la luz, el pasado mayo, el desfalco de 350 millones de dólares del Seguro Social, en el que está involucrado el gobernante Partido Nacional.
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