En la cuarta cumbre de líderes de la Unión Europea (UE), desde el comienzo de la pandemia de la COVID-19, los países miembros han aceptado que ya no pueden afrontar el impacto económico de la crisis con las recetas habituales.
Los 27 han dado luz verde para que la Comisión Europea (CE) presente un plan de reconstrucción el 6 de mayo para sacar al bloque de la profunda recesión prevista para 2020.
Como primer paso, la CE evaluará el daño sufrido por los sectores económicos. Solo en el área de turismo, Bruselas calcula que se podrían necesitar más de 300 000 millones de euros.
El monto total de este fondo es un punto en el que los 27 mantienen diferencias. Según los cálculos de Bruselas, se debería movilizar en torno a 1,5 billones de euro. Los socios del Norte, piden contención, sin embargo, la canciller alemana, Angela Merkel, ha reconocido durante la cumbre que la intervención deberá ser “enorme".
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, pidió actuar con contundencia ante las dimensiones de la recesión. Lagarde prevé que la economía de la zona euro caiga un 9 %, aunque el desplome podría llegar al 15 %. Con lo que urgió a los Veintisiete un plan “rápido, firme y flexible”.
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