Unos 1100 migrantes procedentes de la África subsahariana intentaron pasar el domingo a la ciudad autónoma española de Ceuta (sur), puerta de entrada a Europa, cruzando la doble valla que separa Marruecos del enclave español, según las autoridades de Madrid y Rabat.
Los migrantes, pasadas las 04H00 hora local en Nochevieja, asaltaron la valla de un modo "extremadamente violento y organizado", según el delegado del Gobierno en esa ciudad española. Intentaron "forzar algunas de las puertas del vallado exterior, utilizando para ello barras de hierro, cizallas y piedras de gran tamaño, con las que agredieron, tanto a las fuerzas marroquíes como a los agentes de la Guardia Civil", añadió.
Este intento frustrado por las fuerzas del orden permitió la detención del conjunto de inmigrantes clandestinos, en tanto lamentamos medio centenar de heridos, diez graves entre las fuerzas de seguridad", indicó en un comunicado del Ministerio del Interior marroquí.
Cinco agentes españoles y 50 marroquíes resultaron heridos en los enfrentamientos: uno de ellos perdió un ojo, y varios migrantes fueron trasladados al hospital con heridas graves.
Sin embargo, ningún migrante logró finalmente cruzar al otro lado: "Este intento frustrado por las fuerzas del orden permitió la detención del conjunto de inmigrantes clandestinos, en tanto lamentamos medio centenar de heridos, diez graves entre las fuerzas de seguridad", indicó en un comunicado del Ministerio del Interior marroquí.
Lo más trágico del incidente fue cuando un hombre se encaramó en lo más alto de la valla exterior y estuvo allí durante horas colgado, con la cabeza inclinada sobre el pecho. No obstante, al atardecer, descendió al espacio entre ambas vallas y fue devuelto al territorio marroquí.
De igual modo, otros migrantes intentaron subir y pasaron la valla, pero fueron devueltos también al país africano, según muestran las imágenes de la televisión local Faro.
No es la primera vez que ocurre un incidente similar en Ceuta: el 9 de diciembre otros 400 migrantes trataron de saltar la valla.
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos han criticado en reiteradas ocasiones el trato que dan las autoridades españolas a los posibles solicitantes de asilo en los enclaves de Ceuta y Melilla, las dos únicas fronteras terrestres entre la Unión Europea (UE) y África.
También condenan el violento comportamiento de la Policía marroquí con los emigrantes. En noviembre, Amnistía Internacional (AI) dijo que en estas ciudades españolas se violan los "derechos para personas migrantes y refugiadas".
Entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de este año, unos 10 800 migrantes alcanzaron España por vía terrestre o marítima, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
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