Publicada: lunes, 18 de junio de 2018 23:50

La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha presentado una inversión extra para el servicio de salud británico de 20 000 millones de libras.

Organizaciones médicas dan la bienvenida a esta inversión tras 8 años de austeridad, pero aseguran que no es suficiente.

El sistema de salud británico cumple 70 años entre desafíos motivados por la falta de inversión, falta de personal y privatización sistemática de servicios. En un discurso para celebrar este aniversario, la primera ministra anuncia una inversión extra de 20 mil millones de libras para el año 2023.

El Portavoz de la salud pública británica, Simon Stevens, afirma que este incremento de un 3,4 % anual no llega al 4 % mínimo que se pedía para garantizar supervivencia del sistema.

La financiación es otro de los puntos más criticados de esta iniciativa, que según May, se financiará en parte con los “dividendos del Brexit”, sin que estos estén aún garantizados ni cuantificados. May afirma que se necesita por ejemplo reducir la burocracia para ahorrar costes, mientras activistas añaden que se debe aumentar la inversión en términos del Producto Interior Bruto (BIP).

En su discurso, Theresa May ha presentado un programa de 10 años para la sanidad inglesa que vaya más allá de los parches y garantice un acceso para todos los ciudadanos, con inversiones donde más hacen falta, incluyendo salud mental y acceso en zonas rurales. Pero tras el peor invierno en la historia del servicio de salud pública, se verá la efectividad de esta inversión cuando llegue el frío.

Ian Díez, Londres.

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