En declaraciones ofrecidas este lunes con motivo del aniversario del Día del Ejército, el presidente libanés, Michel Aoun, ha enfatizado que el objetivo de las negociaciones indirectas con el régimen de Israel para demarcar las líneas marítimas del sur es la defensa de los derechos y riquezas legítimas del país árabe y, por ende, su prosperidad.
De hecho, ha recalcado que El Líbano no renunciará a sus derechos marítimos y reclamos sobre sus recursos naturales.
Sus comentarios se han producido un día después de que el mediador de Estados Unidos en tales negociaciones, Amos Hochstein, haya llegado a Beirut, capital libanesa.
Las máximas autoridades libanesas han mantenido este mismo lunes una reunión con Hochstein para fijar la hoja de ruta de este proceso.
En declaraciones hechas antes del encuentro, Aoun ha resaltado que Beirut busca cerrar “un acuerdo que preserve los derechos y la riqueza libaneses, el cual podría brindar, tan pronto como finalicen las negociaciones, una oportunidad para revitalizar la economía”.
¿De qué se trata la disputa?
Durante décadas, las líneas marítimas entre El Líbano y los territorios ocupados por Israel han sido un tema de gran controversia, ya que Beirut y el régimen de Tel Aviv aún se encuentran técnicamente en estado de guerra.
Además de violar una y otra vez las aguas territoriales del país árabe, Israel no deja a El Líbano perforar en busca de petróleo y gas en el campo de Karish.
Ante tal circunstancia, El Líbano ha enfatizado que no renunciará a la soberanía sobre el último centímetro de sus aguas territoriales, mientras el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) ha asegurado que está listo para utilizar todo su poderío en el caso de que el Gobierno libanés confirme violación marítima por ese régimen.
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