Los medios libaneses informaron el domingo del ingreso de un buque israelí de la empresa Energean Power al campo gasífero de Karish, ubicado frente a la costa sur del Líbano con Palestina.
En reacción, el ministro libanés de Defensa, Maurice Slim, pidió la misma jornada a la comunidad internacional y a Organización de las Naciones Unidas (ONU) que tomen medidas inmediatas para poner fin a los nuevos movimientos del régimen israelí, así como implementar resoluciones internacionales para evitar cualquier tensión de seguridad.
Según la cadena libanesa Al-Mayadeen, Slim dijo que las acciones del régimen de Tel Aviv en la zona en disputa constituyen una incitación contra El Líbano y una violación flagrante de la estabilidad en la parte sur del país.
“Una vez más, Israel niega todas las leyes y normas internacionales y está tratando de cambiar el statu quo de la frontera libanesa”, denunció y enfatizó que tales actos de Israel socavan los esfuerzos para reanudar las conversaciones para resolver la disputa sobre la frontera marítima del sur de El Líbano.
Durante décadas, la frontera marítima entre El Líbano y los territorios ocupados por Israel ha sido un tema cadente, ya que Beirut y el régimen de Tel Aviv aún se encuentran técnicamente en estado de guerra. Ambos lados se disputan un triángulo marítimo de unos 860 kilómetros cuadrados para explorar y explotar posibles reservas de gas en el subsuelo del mar de Mediterráneo.
Por su parte, el presidente libanés, Michel Aoun, también dijo el domingo que cualquier actividad en aguas en disputa equivaldría a un acto de agresión y provocación. Aoun pidió al Comando del Ejército que le proporcionara datos oficiales y precisos para que puedan tomar las medidas adecuadas al respecto.
Mohamad Raad, jefe del bloque parlamentario del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), también dijo que la Resistencia está lista para responder a cualquier reacción del enemigo israelí.
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