El mandatario estadounidense, Joe Biden, ha rubricado este sábado el acuerdo aprobado el viernes en el Congreso que restringe las condiciones del porte de armas de fuego en el país norteamericano.
La nueva legislación también permite a los estados implementar leyes llamadas “bandera roja” para retirar las armas de las personas que representan un peligro para terceros o para sí mismos.
La norma amplía una ley existente que impide que las personas condenadas por abuso doméstico posean un arma, y fortalece la verificación de antecedentes penales y psicológicos de los compradores de armas de 18 a 21 años.
“Si bien esta ley no abarca todo lo que quiero, sí incluye medidas que he pedido durante mucho tiempo y que salvarán vidas”, ha dicho Biden tras firmar el documento.
La propuesta fue aprobada con 65 votos a favor contra 33, con 15 senadores republicanos unidos a los demócratas en el Congreso y es el proyecto de ley de violencia armada más ambicioso de los últimos 30 años.
La aprobación de la legislación se produjo un día después de que el Tribunal Supremo de EE.UU. apoyara derecho de los ciudadanos a portar armas en las calles del estado de Nueva York.
La iniciativa parlamentaria fue lanzada en respuesta a dos masacres ocurridas en mayo, la de una escuela primaria de Uvalde, Texas, en la que murieron 21 personas, incluidos 19 niños, y la de un supermercado de Buffalo, en el estado de Nueva York, en el que 10 negros fueron asesinados.
La comparativa de estadísticas sobre la violencia armada en EE.UU. y el resto del mundo muestra que el país norteamericano registra la tasa más alta de tiroteos violentos respecto a cualquier otra nación. Aunque EE.UU. representa alrededor del 5 % de la población mundial, simboliza cerca del 31 % de las personas que cometen asesinatos en masa.
Conforme a las estadísticas proporcionadas por Gun Violence Archive (GVA) más de 8700 personas han muerto en 2021 a causa de la violencia armada en EE.UU.
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