“Esto es una relación entre socios, no contractual”, recuerda la NSA a sus agentes para pedirles que sean amables en sus visitas a AT&T, en uno de los documentos filtrados por el exanalista de la Inteligencia estadounidense Edward Snowden, publicados el sábado por el colectivo ProPublica y el diario The New York Times.
Esto es una relación entre socios, no contractual”, recalca un documento de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. sobre la compañía AT&T dirigido a sus agentes.
Uno de los documentos describe la actitud de la compañía como “muy cooperativa” para con la NSA, mientras otro elogia la “intensa inclinación a ayudar”. Sus ingenieros eran los primeros en ensayar tecnologías de vigilancia puestas a punto por la agencia de espionaje.
AT&T entregó así al Gobierno estadounidense, en ese período, miles de millones de correos electrónicos y otras interacciones cibernéticas que circulaban por sus redes.
Destaca entre toda esa colaboración la asistencia técnica para establecer un sistema de escuchas de todas las comunicaciones por Internet de la sede neoyorquina de las Naciones Unidas, cliente de AT&T.

El paso de gran parte del tráfico mundial de información por cables estadounidenses permitió además a AT&T colaborar con la NSA en el espionaje de comunicaciones internacionales de otros países hasta 2013, cuando fue sustituida en este cometido por la empresa también estadounidense Verizon.
Ambas empresas y la NSA han declinado hacer comentarios sobre las revelaciones. “No hacemos comentarios sobre asuntos de seguridad nacional”, dijo un portavoz de AT&T a los reporteros.
La documentación filtrada corresponde al período entre 2003 y 2013 —cuando Snowden abandonó su trabajo y comenzó sus revelaciones—, y pone en evidencia que la compañía cooperaba en una amplia gama de actividades confidenciales. No está claro si los programas funcionan aún hoy del mismo modo.

Las revelaciones de Snowden han hecho público que la NSA ha estado recogiendo los registros de llamadas telefónicas de millones de estadounidenses y ciudadanos extranjeros, incluidos altos mandatarios de todo el mundo.
Snowden, que vive en Rusia como refugiado político, ha advertido de que el espionaje del Gobierno estadounidense a través de teléfonos móviles que cada individuo lleva consigo en todo momento supera con mucho lo imaginado en la novela clásica 1984, del escritor británico George Orwell (1903-1950).
En julio, la Casa Blanca rechazó una petición, firmada por más de 160.000 personas, para conceder un perdón a Snowden por sus revelaciones.
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