• El presidente de EE.UU., Donald Trump, saluda a sus partidarios junto al fiscal general de Texas, Ken Paxton, en un acto público.
Publicada: miércoles, 9 de diciembre de 2020 1:56
Actualizada: jueves, 10 de diciembre de 2020 7:23

Texas demanda a los estados de Georgia, Míchigan, Pensilvania y Wisconsin ante la Corte Suprema de EE.UU. por cambio de las leyes electorales.

El fiscal general de Texas, Ken Paxton, ha anunciado este martes que interpuso una demanda contra los estados clave de Georgia, Míchigan, Pensilvania y Wisconsin en la Corte Suprema, acusándolos de efectuar cambios inconstitucionales en las leyes electorales de este año amparándose en la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.

De acuerdo con la demanda, los referidos estados —donde el candidato demócrata a los comicios presidenciales, Joe Biden, superó en número de votos a su contrincante republicano y presidente de EE.UU., Donald Trump— “han explotado la pandemia de la COVID-19 para justificar la omisión de leyes electorales federales y estatales y la aprobación ilegal de cambios de último minuto, alterando así los resultados de las elecciones generales de 2020”.

Paxton, de afiliación republicana, registró la denuncia estatal directamente ante la Corte Suprema, como está permitido para ciertos litigios entre estados, en un intento de echar un cable a Trump para cambiar los resultados de las elecciones de EE.UU.

 

En su demanda, Paxton argumenta que los cuatro estados en disputa violaron la Constitución de EE.UU., y pide que la máxima instancia judicial impida que sus respectivos compromisarios puedan votar en el Colegio Electoral determinando con su voto el próximo 14 de diciembre quién juramentará el 20 de enero de 2021.

Teniendo en cuenta de que Biden ganó con algo más de 7 000 000 de votos populares a Trump y su candidatura prevalece 306-232 en el sistema de Colegio Electoral, es poco probable que la Corte Suprema, que tiene una mayoría conservadora de 6-3 e incluye a tres jueces nombrados por el propio líder republicano, se pronuncie en contra de la voluntad popular del pueblo estadounidense manifestada el pasado 3 de noviembre en las urnas.

A pesar de que Trump insiste en que hubo un “fraude generalizado” y sigue sin reconocer la victoria del demócrata, desde muchos órganos institucionales de EE.UU. señalan que los comicios se realizaron correctamente sin que se detectaran irregularidades que incidieran en el resultado final de las votaciones.  

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