En un análisis publicado el miércoles, el diario estadounidense The New York Times (NYT) subrayó los intentos de Trump de desacreditar las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre en EE.UU., basándose en afirmaciones de fraude inventadas con la esperanza de aferrarse al poder o justificar una derrota.
“Si se ve obligado a abandonar la Casa Blanca el 20 de enero, es probable que Trump demuestre ser más resistente de lo esperado y casi seguro que seguirá siendo una fuerza poderosa y perturbadora en la vida estadounidense”, señala el informe.
Tras insistir en que, “gane o pierda”, Trump “no se irá tranquilamente”, la publicación indica que, en caso de que el magnate republicano enfrente una derrota, por lo menos le quedan 75 días en el cargo para usar su poder como le parezca y para vengarse de algunos de sus supuestos adversarios.
Enfadado por una derrota, Trump puede despedir o dejar de lado a una serie de altos funcionarios que, según su percepción, no cumplieron sus deseos, incluyendo a Christopher Wray, el director del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de EE.UU., y el doctor Anthony Fauci, principal epidemiólogo de la Casa Blanca, en el tema de la pandemia del coronavirus, causante de la COVID-19, precisa.
Incluso, prosigue, desde fuera del cargo, podría intentar presionar a los senadores republicanos que conservan la mayoría para que resistan, en cada momento, al candidato demócrata a la Presidencia, Joe Biden —quien está a punto de ganar las elecciones—, obligándolos a elegir entre la conciliación o enfadar a su base política.
Varios expertos han advertido de la posibilidad de que estalle una guerra civil por estos comicios, pues, advierten, Trump adoptará cualquier medida a su alcance para lograr su reelección: “desatar una guerra”, “manipular las papeletas”, e incluso no se ha comprometido con una transferencia pacífica de poder, entre otras.
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