Consideradas por los activistas como símbolo del racismo, las estatuas de Cristóbal Colón en diferentes ciudades de Estados Unidos han sido objeto de la ira de la ola de protestas raciales en el país norteamericano, desatadas desde la muerte del afroamericano George Floyd el pasado 25 de mayo.
En un caso más reciente y destacado por su coincidencia con el Día de la Independencia de EE.UU., el 4 de julio, un grupo de manifestantes derribó una estatua de Cristóbal Colón y la lanzó al agua en la ciudad de Baltimore, en el estado de Maryland.
Colón ha sido elogiado por mucho tiempo como un audaz explorador y descubridor de las Américas. Historiadores y activistas, no obstante, han destacado su esclavización, explotación y sangrienta represión de las poblaciones indígenas.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha descrito a las estatuas de Colón, entre otros monumentos en EE.UU., como los verdaderos “héroes” de la nación y ha propuesto que se castigue con cárcel a quien actúe en su contra.
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