• El presidente de EE.UU., fija su mirada al suelo en una comparecencia en la Casa Blanca.
Publicada: miércoles, 24 de junio de 2020 10:15

El envío de buques iraníes, cargados de combustible y alimentos, a Venezuela ha obligado a Trump a ceder en sus planes bélicos y querer reunirse con Maduro.

El portal digital del diario árabe Rai Al-Youm, describió en su editorial del martes como un hecho determinante el que los buques cisternas iraníes arribaran en su día a Venezuela, para paliar la gran escasez de combustible que sufre el país caribeño a raíz de las medidas coercitivas impuestas por la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, en el marco de su campaña de presión contra el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, forzando al magnate neoyorquino a claudicar en sus políticas de hostigamiento continuo dirigidas contra el líder chavista

Teherán ha desafiado con ímpetu al propio Trump y sus amenazas de bloquear e impedir el paso de sus buques en dirección a las aguas territoriales de Venezuela”, así sostiene en su línea editorial el medio árabe. De hecho, añade, la medida jugó un papel clave a la hora de obligar al líder republicano a renunciar y anunciar su disposición a reunirse con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro.

 

La llegada de los cinco petroleros de pabellón iraní: el ‘Fortune’, el ‘Forest’, el ‘Petunia’, el ‘Faxon’ y el ‘Clavel’, que entre todos trasladaron aproximadamente 1,53 millones de barriles de combustible y derivados para producir todo tipo de carburantes a fin de descargarlos en el puerto venezolano de la refinería de El Palito, situado en el municipio de Puerto Cabello, en el marco de las relaciones de cooperación entre ambos países, supuso un duro revés para Trump al poner en entredicho sus intentos de impedir el traslado del combustible fósil por las compañías navieras persas al país sudamericano, cuya industria petroquímica atraviesa una escasez de combustible debido a las sanciones de Estados Unidos.

Estados Unidos envió varias flotas de su Armada al mar Caribe para bloquear el paso de los citados buques cisterna rumbo a las costas venezolanas y, como era de esperar, la medida chocó con el apercibimiento de las autoridades persas a sus contrapartes estadounidenses de que se abstuviesen a las consecuencias si procedían a hacer realidad su amenaza de abordar sus petroleros, que, conforme a Teherán, constituiría un acto de piratería a la luz del día.

La empresa en sí constituyó un hito en la exportación de bienes, en este caso derivados de hidrocarburos, por el sector del transporte marítimo de la República Islámica de Irán a América Latina, y se ha hecho en el marco de la alianza Teherán-Caracas, cuya determinación representa un claro desafío a cada una de las tantas amenazas lanzadas por Washington en contra de estas dos naciones libres e independientes del yugo imperial de EE.UU., que se ha traducido, por un lado, en una clara derrota del brutal asedio y embargo estadounidense que son objeto Venezuela e Irán, respectivamente, y por otro lado, ha significado que el comercio entre estos dos pueblos soberanos no le incumbe en absoluto a Estados Unidos.

En esta línea, cabe destacar que un sexto buque iraní denominado ‘Golsan’, esta vez cargado con alimentos destinados a la apertura del primer supermercado persa en el territorio venezolano, arribó hace unos días atracando en un puerto marítimo de la nación bolivariana.

En su análisis, Rai Al-Youm sostiene que el cambio en la política y la postura de Trump sobre Venezuela contiene un fuerte mensaje para países como Irán y Siria, cuyas poblaciones sufren en sus propias carnes las más atroces sanciones que la maquinaria punitiva estadounidense pudiera imponer a cualquier otro país, de que la victoria es el fruto de la perseverancia, la estabilidad, la paciencia y la resistencia.

 

En este punto, señala que la claudicación de Trump constituye una derrota sonada para el bloqueo económico de EE.UU. sobre la nación bolivariana y más cuando se ha revelado en el libro escrito por el exasesor de Seguridad Nacional de EE.UU. John Bolton, titulado The Room Where It Happened: A White House Memoir (La habitación donde sucedió: un recuerdo de la Casa Blanca) y citado recientemente por The Washington Post, que el multimillonario inmobiliario describía como “genial” la invasión de Venezuela, al reclamar que “el país es parte de Estados Unidos”.

El hecho de que Bolton afirmara en su libro que en 2018 Trump expresó con firmeza sus deseos de derrocar al presidente Maduro, para conectar las bases militares venezolanas con sus bases en Florida, sureste de EE.UU., demuestra a día de hoy hasta qué punto las políticas hostiles estadounidenses han caído en saco roto, apunta el medio árabe, para luego seguir enfatizando como algo insólito, y por ende insostenible en su conjunto, los titubeos del mandatario norteamericano a la hora de apoyar al líder opositor venezolano Juan Guaidó en aras de consumar sus planes imperiales sobre Venezuela.

La columna precisa que los planes conspiratorios urdidos, en su día y apartados de momento, por el inquilino de la Casa Blanca de intervenir militarmente en Venezuela para derrocar al presidente legítimo, Nicolás Maduro, elegido en las urnas democráticamente, e instaurar en su lugar al líder opositor Juan Guaidó, quien, según indica el libro de Bolton, “le parecía a Trump débil, como un ‘niño’ en comparación con el ‘duro’ de Maduro”, deja claro que la resistencia es el único camino para desbaratar todo complot que antoje a los señores de la guerra en Washington poner en marcha en contra de cualquier otra nación del globo terráqueo.

Rai Al-Youm prosigue subrayando que las recientes confesiones hechas por el propio Trump en una entrevista con el portal digital de noticias estadounidense Axios no solo dejan lugar a dudas de que Juan Guaidó no es santo de su devoción al desconfiar de este de que sea la persona adecuada para dirigir sus intrigas hegemónicas sobre Venezuela, sino que lo interesante de sus declaraciones comprometedoras es que coincidan justo con la llegada del sexto buque mercante de pabellón iraní a las costas venezolanas.

De acuerdo con el medio digital, las referidas confidencias saliendo de Trump ponen en evidencia su total frustración y desesperación para materializar, de una vez, sus planes de dominación sobre el pueblo soberano de Venezuela, sobre todo al manifestar su disposición a reunirse con Maduro, a quien hasta ahora le quería ver muerto, conforme aseguró en su día el propio inquilino del Palacio de Miraflores.

El editorial describió este retroceso como un fracaso de Trump y de todos sus planes para derrocar al presidente venezolano y poner de rodillas a la gente del país caribeño ante los designios imperiales de EE.UU., incluido el envío de varios grupos de mercenarios con la misión de orquestar en varias etapas en el tiempo golpes de Estado destinados a eliminar a Maduro del escenario del poder por todos los medios a su alcance.

La postura firme de Maduro con el apoyo incondicional del pueblo y el Ejército venezolanos a su persona, seguido del respaldo recibido de sus aliados como Irán, China y Rusia, son la causa de la derrota sonada de Trump, acentúa el artículo de opinión describiendo, al mismo tiempo, la resistencia a las medidas restrictivas y asedios como una postura más exitosa y rentable que supeditarse a las exigencias estadounidenses, ya que todos los líderes mundiales que se rindieron a los pies de Estados Unidos fueron finalmente asesinados y sus países expuestos a la agresión y la ocupación militar de las tropas norteamericanas. Como casos más destacados, apunta el medio, son Irak y Libia.

A modo de colofón a su informe, la columna califica a Maduro como un presidente digno de loar por su valentía y resistencia contra el imperialismo estadounidense por haber demostrado su disposición a luchar y morir por la causa de defender la soberanía y la independencia de Venezuela sobre cualquier otra cuestión. Mientras tanto, Estados Unidos se mantiene en sus trece de seguir apoyando a al golpista Juan Guaidó, el autoproclamado “presidente interino”, que ni siquiera inspira confianza al mismísimo Trump.

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