Este fue solo el inicio de su hostilidad hacia los medios, a los que llegó incluso a tachar de enemigos del pueblo.
El 7 de abril, Trump ordenó un ataque con misiles contra la base aérea siria de Al-Shairat, mientras estaba reunido con el presidente chino Xi Jinping. Su decisión la contó en una de sus entrevistas más extrañas a la cadena Fox Bussiness, ofreciendo demasiados detalles y revelando que había ordenado el ataque mientras se comía la más hermosa tarta de chocolate que jamás se ha visto.
En mayo, el presidente publicó un tuit misterioso, inventando una nueva palabra. El tuit decía literalmente: “A pesar de la constante prensa negativa covfefe”. La metedura de pata de Trump, aunque fue eliminada después por él mismo, se convirtió pronto en un hashtag.
Fugo y Furia... Este comentario de Trump, en respuesta al programa nuclear de Corea del Norte, llegó a estar tan asociado con él que se convirtió en el título de un libro sobre el presidente.
En septiembre y ante la Asamblea General de la Naciones Unidas (AGNU), Trump utilizó el apodo “Hombre Misil” para referirse al líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.
Trump cerró el año con otro polémico tuit, que causó muchas críticas. El mandatario, que considera el calentamiento global una tontería, bromeó sobre el tema y pidió un poquito de las altas temperaturas para calentar los estados más fríos de su país.
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