“Los sensores del DoD (siglas en inglés del Departamento de Defensa de EE.UU.) detectaron una intrusión de hackers rusos hace un tiempo este año en una de sus redes no clasificadas”, reveló Carter, en un discurso pronunciado en la Universidad de Stanford, sita en el estado de California (suroeste de EE.UU.), donde se encuentra para reclutar ingenieros e innovadores para el Pentágono.
Si bien dijo que el hackeo fue identificado por un equipo de respuesta “en 24 horas”, el jefe del Pentágono calificó de “preocupante” la brecha que permitió el acceso de los ciberpiratas rusos a los archivos de información almacenada en el DoD.
El secretario de Defensa advirtió de que utilizará armas cibernéticas, como una opción para disuadir a los “adversarios”, cuando lo considere necesario.
En este contexto, en enero, el exfuncionario de la Agencia de la Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden reveló que esa instancia norteamericana desarrolla armas cibernéticas para una guerra digital.
Carter explicó que la intrusión rusa demostró la existencia de una antigua vulnerabilidad que no había sido cubierta y detalló que luego de recoger la información sobre los métodos que emplearon los piratas y analizar sus actividades, el DoD adoptará medidas para evitar la repetición de ese tipo de intromisiones.
Cabe recordar que el director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper, afirmó en enero que “la ciber amenaza rusa es más importante de lo que habíamos estimado”.
La cadena estadounidense CNN, en un informe publicado el pasado 7 de abril, anunció de la Casa Blanca y el Departamento de Estado habían sido objeto de hackeos rusos en octubre de 2014.
Y, en noviembre de 2014, NSA anunció el hallazgo de un software agresivo de tipo “troyano” dentro de un programa utilizado para gestionar buena parte de las infraestructuras vitales de EE.UU. que de no haber sido detectado a tiempo podría haber causado una catástrofe económica.
Apuntó también que el software malintencionado podría haber sido introducido por hackers relacionados con el Gobierno ruso.
Estados Unidos se preocupa por los ciberataques contra sus redes informáticas mientras que tiene en su haber casos de espionaje a diversas escalas como a individuos, entre ellos sus propios ciudadanos y a varios países del mundo, incluidos sus aliados.
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