“Las relaciones entre Irán e Irak no perjudican a nadie, por lo que no permitiremos que terceros se inmiscuyan en nuestros lazos bilaterales”, ha subrayado hoy domingo el jefe de la Diplomacia iraní tras una reunión efectuada con su homólogo iraquí, Muhamad Ali al-Hakim.
De este modo, Zarif reaccionaba, en especial, a una declaración hecha recientemente por el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, quien en su visita oficial a Bagdad instó a las autoridades del país árabe a dejar de depender de Irán para las importaciones de gas y electricidad.
Irán es la segunda fuente más grande de bienes importados de Irak. Además de alimentos enlatados y automóviles, Bagdad también compra diariamente 1300 megavatios de electricidad y 28 millones de metros cúbicos de gas natural a Irán.
Las relaciones entre Irán e Irak no perjudican a nadie, por lo que no permitiremos que terceros se inmiscuyan en nuestros lazos bilaterales”, ha subrayado el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif.
Esa dependencia es incómoda para Washington, que considera a Teherán como su principal enemigo regional y espera que Irak se libere de los recursos energéticos iraníes.
El nuevo Gobierno de Irak, presidido por Barham Salih, ha defendido en reiteradas ocasiones las relaciones con Irán, pese a las presiones de EE.UU., y ha asegurado que Bagdad “no participará en el régimen de sanciones” contra Teherán.
Al-Hakim ha dicho a los periodistas que había hablado con Zarif sobre las restricciones a Teherán. “Discutimos las medidas económicas unilaterales tomadas por EE.UU. y estamos trabajando con nuestro vecino (Irán)” en cómo lidiar con estas, ha subrayado el canciller iraquí.
Se espera que durante su estancia en Irak, Zarif asista a varios foros económicos en varias ciudades, incluida la ciudad kurda de Sulaimaniya, ubicada en el norte del país árabe.
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