Las brigadas de asalto móviles, divisiones blindadas y escuadrones de helicópteros de la Fuerza Terrestre del Ejército probaron con éxito el viernes las versiones mejoradas de los misiles Shafaq (Amanecer), Almas (Diamante) y Dehlaviyeh, los cuales lograron destruir objetivos del enemigo ficticio a una distancia de 8 a 20 kilómetros.
Asimismo, se probó el lanzador terrestre de misiles guiado por láser de doble brazo Dehlaviyeh, lo cual se instaló recientemente en los vehículos blindados de transporte de personal M113 de la Fuerza Terrestre del Ejército.
Los expertos de la Industria de Defensa de Irán han ampliado el alcance de las versiones tierra-tierra y aire-tierra del misil Dehlaviyeh de 5,5 kilómetros a 8 kilómetros. Ambos tipos del proyectil lograron pulverizar los supuestos objetivos hostiles en los ejercicios.
Asimismo, el misil aire-superficie Shafaq, capaz de transportar una ojiva de 50 kilogramos a una velocidad máxima de Mach 2,2 (más de dos veces la velocidad del sonido). Puede destruir objetivos dentro de un alcance de 20 kilómetros.
El misil Almas, también de fabricación nacional, cuenta con un sistema automático de control de fuego y puede alcanzar varios objetivos en un radio de 8 kilómetros. La versión tierra-aire del proyectil es utiliza por las brigadas de asalto móviles, mientras que la versión aire-superficie del misil está montada en helicópteros Bell Cobra 209 y drones de combate.
Además, en los ejercicios fueron probados por primera vez las bombas inteligentes altamente explosivas Sina y Fateh, que pueden detonar objetivos fijos y móviles dentro de un alcance de 10 kilómetros. Estas armas están equipadas con un sistema de guía inteligente y tienen la capacidad de rastrear objetivos hasta que los alcanzan.
Además, helicópteros Bell 206 de la Fuerza Aérea del Ejército llevaron a cabo operaciones de reconocimiento y de combate nocturnas, destruyendo con misiles objetivos terrestres del enemigo ficticio.
Las maniobras de dos días, bautizadas como ‘Eqtedar 1402 (Poderío)’, iniciaron el viernes en la provincia central de Isfahán con el objetivo de contrarrestar “posibles amenazas a las que se enfrenta la República Islámica, evaluar la preparación para combate de las fuerzas, practicar tácticas de combate terrestre, aumentar el poder de disuasión del país ante nuevas amenazas, y fortalecer la seguridad sostenible”, según anunció el portavoz de los ejercicios, el general de brigada Karim Cheshak.
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