Se trata del radar de largo alcance y estratégico “Golfo Pérsico” y el radar tridimensional de alta precisión “Vigilante” (Moraqeb, en persa), que han sido dados a conocer este domingo en presencia del comandante en jefe del Ejército, el general de división Seyed Abdul Rahim Musavi; y el comandante de la Fuerza de Defensa Antiaérea del Ejército iraní, Alireza Sabahi Fard, en una ceremonia que ha tenido lugar en Teherán (capital iraní).
El radar “Golfo Pérsico” tiene un alcance de más de 800 km y es un radar tridimensional de antenas en fase, con nueva tecnología, que es capaz de detectar todos los objetivos, incluso furtivos, y misiles balísticos.
Por su parte, “Vigilante” es un radar avanzado de antenas en fase, con un alcance de 400 km, que puede detectar, con una precisión muy elevada, un abanico de objetivos pequeños, a baja y mediana altitud, así como aeronaves no tripuladas (drones) furtivas.

“El proceso de crecimiento y desarrollo de la defensa antiaérea se ha acelerado gracias a la prudencia del Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Irán. (…) En el último año, cada día ha aumentado la capacidad y la preparación de la defensa aérea del país”, ha afirmado el general Musavi.
Durante los 40 años que han transcurrido tras la victoria de la Revolución Islámica (1979) y a pesar de las sanciones duras e injustas que EE.UU. ha impuesto a Irán, el país persa ha conseguido grandes logros en diferentes ámbitos, el militar incluido.
Las autoridades iraníes han aclarado, no obstante, una y otra vez, que su capacidad militar no representa amenaza alguna para otros países y que su doctrina de defensa se basa simplemente en la disuasión.
El desarrollo militar y defensivo, según las evaluaciones de varios observadores, ha inclinado la balanza de poder a favor de Irán en la región de Asia Occidental.
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