Los ejercicios se llevarán a cabo en dos fases y en un área de más de 35.000 kilómetros cuadrados en la provincia de Semnan (noreste) y forman parte de las actividades de la Fuerza Aeroespacial iraní para poner a prueba sus nuevos logros y actualizar constantemente su preparación a fin de repeler cualquier amenaza foránea, tal y como lo ordenó el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
Las maniobras tienen lugar en plena escalada de tensiones con Estados Unidos, y las autoridades estadounidenses, tras su prueba de misil balístico, acusan a Teherán de violar el acuerdo nuclear entre el país persa y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), conocido como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) y la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
La Administración del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, impuso el viernes sanciones contra 12 individuos y 13 entidades iraníes en respuesta al reciente ensayo de un misil balístico.
En respuesta, la Cancillería iraní ha asegurado que impondrá restricciones a individuos y entidades estadounidenses que hayan desempeñado un papel en la creación y el apoyo a grupos terroristas.
En los últimos años, Irán ha logrado amplios avances en el sector de la defensa pese a las sanciones, y es autosuficiente en la producción de equipos y sistemas militares esenciales para su sistema defensivo.
Al mismo tiempo, las autoridades políticas y militares de Irán han asegurado en repetidas ocasiones que el poderío defensivo del país no representa ninguna amenaza para otros países, ya que la doctrina defensiva de la República Islámica radica únicamente en la disuasión.
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