El pez (Lachnolaimus maximus), llamado perro por su hocico puntiagudo, una especie bastante común en el Atlántico americano, entre la costa este de Estados Unidos y el norte de Brasil, tiene también la habilidad de cambiar de color en cuestión de milésimas de segundos, según un estudio publicado el martes por la revista Nature.
El hecho de que el pez fuera capaz de camuflarse, aun después de muerto, llamó la atención de los científicos, ya que podría indicar que el animal detecta la luz solamente con la piel, al margen de sus ojos y cerebro.
Pez puede tomar una foto de su propia piel desde el interior
Los estudios sobre la visión cutánea determinaron que el pez perro cuenta con un gen que contiene una proteína sensible a la luz llamada opsina, que se activa en la piel y que es diferente a la opsina del ojo.
Los investigadores concluyeron que el animal cuenta con un mecanismo de retroalimentación sensorial que funciona como una especie de cámara Polaroid interna que le permite, literalmente, contar con una “foto” interna de su propia piel.
“Estos animales pueden literalmente hacer una foto de su propia piel desde dentro. En cierto modo, estas (imágenes) pueden decirle al animal cómo es su piel, ya que en realidad no puede agacharse para mirar”, explicó el coautor del estudio Sönke Johnsen, biólogo marino de la Universidad de Duke (Carolina del Norte en EE.UU.).
Una hipótesis es que la piel sensible a la luz ayuda a los animales a captar su entorno. Pero nuevos hallazgos sugieren otra posibilidad de “que podrían estar usándolo para verse a sí mismos”, afirmó una las autoras del estudio, la bióloga Lori Schweikert, de la Universidad de Carolina del Norte.
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