“El campo democrático tiene que estar activo para defender la agenda del pueblo: empleo, renta, vacuna, vivienda, es la vida de las personas lo que importa”, declaró la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, durante una manifestación de sectores de la izquierda en la avenida Paulista de Sao Paulo.
Hoffmann subrayó que las movilizaciones de los seguidores de Bolsonaro, celebradas el martes en la ciudad de Sao Paulo, fueron un fracaso, a pesar de que reunieron a miles de personas.
La política apuntó contra la financiación poco transparente de tales movilizaciones y manifestó que Bolsonaro tiene preocupación de ser investigado en el Tribunal Supremo Federal y por esta razón intenta atacar a los jueces de esta entidad.
Además, Hoffmann enfatizó que el mandatario brasileño no conseguirá invadir el Supremo con sus actos antidemocráticos y golpistas, llamando a la gente a juntarse en las calles y protestar contra el Supremo, que lo investiga.
Por su parte el fundador del PT, el expresidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva, condenó las movilizaciones de los seguidores de Bolsonaro, y las tachó de instrumentalizadas, al haber sido convocadas la misma jornada que se celebra el Día de la Independencia del país.
Los expresidentes, ex primeros ministros y parlamentarios de distintas partes del mundo han expresado en una carta el riesgo que suponen las protestas convocadas por Bolsonaro y han enfatizado su seria preocupación por la “amenaza inminente” a las instituciones democráticas del gigante sudamericano.
En los últimos meses, el Gobierno de Bolsonaro ha experimentado una espiral de tensiones debido a su negligente manejo de la pandemia de la COVID-19, sus políticas socioeconómicas, actos de corrupción, incumplimiento de obligaciones y otros presuntos delitos, incluso hay más de 130 peticiones para abrir un proceso de destitución (impeachment) en su contra.
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