• El mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, en una manifestación en Brasilia, 24 de mayo de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: lunes, 25 de mayo de 2020 8:13

Bolsonaro vuelve a participar en un acto sin máscara protectora, desoyendo las recomendaciones de salud para frenar el extenso brote de COVID-19 en Brasil.

Pese al drama que vive Brasil por la pandemia del nuevo coronavirus, el mandatario ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, salió otra vez el domingo a las calles para participar en un mitin con sus seguidores sin portar mascarilla y rompiendo las medidas de distanciamiento social.

Bolsonaro, que desde el inicio de la pandemia le ha restado importancia considerándola apenas una gripecita, se mezcló entre la multitud, desobedeciendo las órdenes de las autoridades que hacen obligatorio su uso para evitar el contagio de la COVID-19, y saludó a varios de los seguidores e incluso abrazó y cargó niños en sus brazos.

La manifestación en Brasilia se produce en un momento en el que el presidente brasileño vive inmerso en tremendo escándalo, tras darse a conocer un vídeo que lo incrimina.

 

Brasil se ha convertido en el segundo país con mayor número de casos de la COVID-19 en el mundo, pese a todo el mandatario brasileño sigue ignorando las recomendaciones de los expertos para evitar transmisión del nuevo coronavirus: asiste sin mascarilla a las manifestaciones de apoyo a su polémica gestión y, además, se muestra abiertamente confrontativo y rebelde ante las cámaras.

El brote del nuevo coronavirus ha provocado graves crisis sanitarias, políticas y sociales en Brasil, donde el pueblo y un gran número de políticos han denunciado el manejo “ignorante” de Bolsonaro que ha coqueteado con la controversia durante la pandemia asistiendo a mítines, saliendo a comer a la calle, organizando asados y asistiendo al campo de tiro.

Bolsonaro se ha enfrentado a intensas críticas nacionales e internacionales en varios frentes a lo largo de su presidencia, pero su decisión de minimizar la amenaza que representa el virus para la salud pública y de desafiar las recomendaciones de contención de los expertos ha provocado una fuerte caída de su popularidad y reforzado las peticiones de que se le someta a un juicio político.

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