Este año han sido muchos los incendios. Según los datos divulgados por el estatal Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués) de Brasil ha habido un aumento del 85 por ciento.
Los incendios forestales son comunes en la Amazonía durante la estación seca, que se extiende de julio a octubre. Pueden ser causados por eventos naturales, como los rayos, pero también son consecuencia de la deforestación, invasiones y arrendamientos de tierra fuera de la ley.
Los activistas dicen que las políticas del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, a favor de la agricultura y la ganadería ha alentado tales actividades de deforestación.
La magnitud del desastre ha generado preocupación en Europa y, también, un pulso entre Francia y Brasil.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido que el asunto sea abordado en la cumbre del Grupo de los Siete (G7), prevista este fin de semana en la ciudad francesa de Biarritz. Sin embargo, la idea no ha gustado a Bolsonaro que le acusó de instrumentalizar una cuestión interna brasileña para obtener réditos políticos personales.
El mandatario galo ya asegura que podría bloquear el acuerdo de la Unión Europea (UE) con el Mercado Común del Sur (Mercosur) para el que han negociado 20 años.
En esta cuestión, Macron no está solo. Alemania, también, está convencida de que los incendios en la Amazonía deben figurar en la agenda del G7.
Por su parte, Irlanda está dispuesta también a bloquear el acuerdo con el Mercosur si Brasil no cambia de actitud. Además, varias capitales europeas han sido escenario de protestas para pedir a Bolsonaro que adopte medidas urgentes para frenar los incendios.
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