Bolsonaro animó ayer sábado por teleconferencia a los conservadores de América Latina “a no desistir, a no perder la esperanza” y “a mantener viva la llama de la libertad” en un mensaje emitido desde su residencia particular de Río de Janeiro.
Según el mandatario brasileño, “todos” en América Latina “saben cuáles son las consecuencias de la izquierda”, sobre las que añadió que “el ejemplo más claro es Cuba y el país que más se aproxima a esa realidad es Venezuela”.
En la misma conferencia, el diputado Eduardo Bolsonaro (hijo del presidente electo) llegó a ofrecer a Brasil como sede para un hipotético juicio a las “dictaduras” de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Desde su victoria en las elecciones, Bolsonaro ha manifestado en reiteradas ocasiones su fuerte oposición al Gobierno de Caracas. Ya a inicios de noviembre, reveló que planea ayudar al Gobierno de EE.UU. a someter a “presión política” a Venezuela y romper los lazos diplomáticos con Cuba.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha advertido por su parte contra lo que tildó de “brote fascista en América Latina” tras la victoria parcial de Bolsonaro y su llamamiento a unir filas frente a la política de Caracas.
El general Hamilton Mourão, que asumirá la vicepresidencia de Brasil en el Gobierno de Bolsonaro, afirmó el pasado jueves que en Venezuela habrá un golpe de Estado.
“Habrá un golpe dentro de Venezuela y las Naciones Unidas tendrán que intervenir por medio de una fuerza de paz (…) y ahí está el papel de Brasil: liderar esa fuerza de paz”, vaticinó el militar brasileño.
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