El plan del presidente de la Cámara, Paulo Cunha, es que la comisión de 65 diputados constituida el jueves funcione todos los días posibles, hasta cumplir las 10 sesiones previstas para la defensa y las cinco restantes para que sus integrantes lleguen a un dictamen y hagan una recomendación a los 513 diputados federales de Brasil.
Un eventual parecer favorable a un juicio de destitución debe ser aprobado por los dos tercios de la Cámara de diptados. De no lograr ese número, el pedido será archivado. Si la cámara de Diputados aprueba un pedido de impeachment, y el Senado, lo ratifica por mayoría simple, Rousseff será apartada automáticamente de su cargo por un plazo máximo de 180 días, y su destitución definitiva ocurriría si el Senado la vota al cabo del proceso, esta vez por mayoría de dos tercios (54 senadores de un total de 81).
Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), fue acusada por un grupo de juristas apoyados por la oposición de haber aumentado gastos sin permiso del Congreso y de tapar agujeros del presupuesto con préstamos de bancos estatales en 2014, el año de su reelección, y a inicios de 2015.
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