Según informó el miércoles el rotativo israelí Haaretz, el procurador general de Israel, Avichai Mandelblit, ordenó que se abriera una pesquisa contra Cohen y se investigara sus lazos con el productor de Hollywood, empresario, traficante de armas y espía israelí Arnon Milchan.
Milchan ya está bajo investigación por haber dado “regalos caros” al primer ministro del régimen de Tel Aviv, Benyamin Netanyahu. Según informes, el premier israelí negoció con el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, para que este diera al empresario un visado de diez años, en vez del de un año que le habían entregado.
Haaretz, citando a medios locales, informó de que durante su permiso sin sueldo del Mossad entre 2000 y 2002, el aquel entonces agente del servicio de inteligencia israelí trabajó en una empresa donde conoció a Milchan y, luego de volver al Mossad, empezó a reunirse con el productor de cine israelí de manera frecuente.
Se sospecha que los lazos entre Milchan y Cohen fueron la razón por la que Netanyahu nombrara a Cohen como el jefe del Mossad en diciembre de 2015, lo que también implicaría al premier israelí en el posible escándalo de corrupción del jefe del servicio de inteligencia del régimen de Israel.
Además, Cohen, antes de su nombramiento como jefe del Mossad, planeaba fundar una empresa especializada en asuntos de seguridad cibernética junto con Milchan y el magnate australiano James Packer, quien tiene estrechos lazos con Netanyahu y su familia.
En los últimos años, Netanyahu y distintos funcionarios israelíes de alto rango han estado envueltos en escándalos de corrupción. Tal es el caso del ex primer ministro Ehud Olmert, condenado a 18 meses de cárcel por corrupción.
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