El paquete neoliberal anunciado por el Gobierno argentino incluye una devaluación de más del 50 por ciento del peso (moneda local) y la eliminación de subsidios al transporte y a la energía, medidas que han impactado con fuerza en la opinión pública.
En tal sentido, el gobernador de la provincia de Buenos Aires y exministro de Economía, Axel Kicillof, ha advertido que las medidas impulsadas por el mandatario afectan especialmente al argentino “de a pie” (clase humilde), y ha rechazado que el Ejecutivo recorte la asignación de recursos para el desarrollo de las provincias.
“El presidente Javier Milei había dicho que el ajuste no iba a recaer sobre la gente, pero las medidas anunciadas afectan a los laburantes (trabajadores), a los jubilados, a los pibes (niños), a las empresas y a los pequeños productores”, ha denunciado Kicillof.
El Gobierno argentino ha comunicado el martes que no serán renovados los contratos laborales del Estado con menos de un año de vigencia, y confirmó la drástica reducción de los ministerios de 18 a solo nueve, y de las secretarías de 106 a 54.
Esto ha significado la eliminación de más del 50 por ciento de los cargos jerárquicos de la función pública y del 34 de los puestos políticos totales.
Asimismo, el Ejecutivo ha informado sobre la reducción de los subsidios a la energía y el transporte, la devaluación del peso, el fin de la obra pública y la disminución al mínimo de las transferencias a las provincias.
Castigo al pueblo
“Una vez más el ajuste recae sobre el pueblo”, ha denunciado la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina tras una reunión de urgencia celebrada la víspera para analizar las medidas anunciadas por el Gobierno de Javier Milei.
Mediante un comunicado, la organización sindical ha señalado que “el ordenamiento de la macroeconomía no debe ser fundamento para cargar sus costos de manera inequitativa sobre la sociedad argentina”, y agregó que los recortes no son para la denominada casta política —como prometiera Milei en su campaña—, sino para el pueblo.
La CGT ha indicado además que las acciones anunciadas distan mucho de ser un plan económico, sino más bien “medidas desordenadas de recorte”, al advertir además que el ajuste fiscal y cambiario generará una fuerte aceleración de la inflación, la cual dinamitará el poder adquisitivo de los trabajadores, jubilados y pensionados.
Por su parte, el secretario general de la Central de Trabajadores de Argentina-Autónoma (CTA-A), Hugo Godoy, ha denunciado en rueda de prensa la extrema crudeza y brutalidad de las acciones aprobadas por la nueva dirección del país, las cuales —advirtió— llevarán a un camino de recesión e hiperinflación.
“Habrá una concentración económica para los grupos financieros y especulativos en contra de los salarios, la industria nacional y las provincias. Intentan justificar una devaluación monetaria que multiplicará la pobreza en semanas”, añadió.
Asimismo, el dirigente sindical repudió el respaldo del Fondo Monetario Internacional a esas medidas, y aseguró que la CTA-A defenderá todos los puestos de trabajo y hará lo posible para impedir políticas de atraso y de pérdida de soberanía.
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