El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, que también ostenta el cargo de primer ministro, anunció el martes que su hijo, el príncipe heredero Muhamad bin Salman, será el nuevo premier saudí, una medida poco habitual en el reino árabe.
Bin Salman, conocido como MBS, es gobernante de facto del país árabe, y se desempeñaba anteriormente como viceprimer ministro y ministro de Defensa.
El decreto no explicó el motivo del nombramiento. Sin embargo, varios expertos y críticos consideraron que la decisión se trata de proteger a Bin Salman de una demanda judicial presentada en EE.UU. por el asesinato de Jamal Khashoggi.
Khashoggi, quien solía criticar abiertamente al régimen saudí y al príncipe heredero, en particular, fue asesinado en el consulado de Arabia Saudí en la ciudad turca de Estambul el 2 de octubre de 2018.
En este contexto, el juez estadounidense, John Bates, pidió, hace meses, a la Administración de Biden que evaluara si el príncipe debería estar protegido por inmunidad soberana. Tras solicitar un retraso, la respuesta de EE.UU. se espera para la próxima semana (el 3 de octubre).
Sin embargo, justo una semana antes de que el tribunal decidiera sobre el caso, Bin Salman fue nombrado como primer ministro del país para poseer, supuestamente, la inmunidad soberana, una protección de la que suelen gozar líderes mundiales como reyes y primeros ministros.
“Parece que han aconsejado [al príncipe Muhamad bin Salmán] dar este paso antes de la respuesta de la Administración Biden”, recalcó la mimsa jornada Abdullah Alaoudh, director en el Golfo de la ONG Dawn al diario británico The Guardian.
El pleito fue realizado en octubre de 2020 en Washington por la prometida de Khashoggi, Hatice Cengiz y Democracy for the Arab World Now (DAWN por sus siglas en inglés), una organización de derechos humanos fundada por Khashoggi antes de su muerte.
En el tribunal federal de distrito de Washington DC en EE.UU. alegaron que Khashoggi, residente estadounidense y columnista de Washington Post, fue torturado, asesinado por orden de MBS. El 26 de febrero de 2021, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. confirmó en un documento publicado que el príncipe heredero estaba directamente detrás del incidente.
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