La información ha sido difundida por el fiscal general de Alemania, Peter Frank, quien ha destacado que en los recientes meses ha disminuido el número de alemanes que ha viajado a Irak y Siria y que forma parte de EIIL.
Del mismo modo, Frank ha asegurado que el Gobierno y los organismos de seguridad alemanes hacen todo en su poder para obtener nuevos datos sobre sus conciudadanos en las filas de Daesh y tratan de vigilarles.
También, ha afirmado que, de acuerdo a las cifras oficiales, cerca de mil alemanes han viajado estos años a Siria o Irak para unirse a Daesh y de ellos, se estima que entre 100 y 150 han muerto en combate.
Además, ha advertido de que 300 de estos terroristas han vuelto a casa y que suponen una amenaza potencial para la seguridad de su país.
Alemania ya ha detectado que la ideología de Daesh se infiltra de manera alarmante en su país: el presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV, por sus siglas en alemán), Hans-Georg Maassen, indicó a principios de julio de 2017 que unas 930 personas abandonaron Alemania para luchar en Siria o Irak, el 20 % de ellas eran mujeres.
Existen distintos informes, pero según estima informó el pasado mes de septiembre el coordinador de la lucha contra el terrorismo de la Unión Europea (UE), Gilles de Kerchove, pese a las pérdidas en los campos de batalla de Daesh, unos 2500 europeos siguen luchando en sus filas en Siria e Irak.
Analistas internacionales y oficiales de inteligencia europeos y estadounidenses advierten de que la anunciada derrota de Daesh en Irak y Siria podría propagar la inseguridad en el Occidente al abrir un flujo de terroristas extranjeros hacia sus países de origen.
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