“En la toma de Kunduz (norte) participaron solo 500 talibanes, (…) el número total de las fuerzas de seguridad afganas en esta provincia asciende a 7000 militares: ¿cómo 500 talibanes lograron dispersar a 7000 militares? Esto muestra la calidad de la formación”, ha denunciado este viernes el director del segundo departamento de Asia de la Cancillería rusa, Zamir Kabulov.
En la toma de Kunduz (norte) participaron solo 500 talibanes, (…) el número total de las fuerzas de seguridad afganas en esta provincia asciende a 7.000 militares: ¿cómo 500 talibanes lograron dispersar a 7.000 militares? Esto muestra la calidad de la formación”, denuncia el director del segundo departamento de Asia de la Cancillería rusa, Zamir Kabulov.
La toma de Kunduz se produjo el pasado lunes, cuando insurgentes de Talibán se hicieron con el dominio de los edificios gubernamentales y hospitales, y liberaron a unos 600 prisioneros de un centro de detención, entre los que había comandantes talibanes.
El incidente ha sido considerado como la conquista militar más destacada de los talibanes desde que, en 2001, fueron expulsados del poder tras la invasión estadounidense y de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El diplomático ruso, al ser cuestionado por una posible ayuda militar rusa al país asiático, ha recalcado que Moscú “ha ayudado sistemáticamente a equipar al Ejército afgano”.
“Pero EE.UU. y la OTAN son responsables de la formación (…) si no lograron proporcionar instrucción militar, deben combatir ellos mismo; si no, que se vayan de allí”, ha puntualizado.
Un día después de la caída de Kunduz en manos de los talibanes, el Ejército afgano inició operaciones para expulsar a los sediciosos de Kunduz. El jueves, las tropas afganas lograron finalmente recuperar la ciudad, pero los lugareños afirman que aún continúan los combates con los talibanes.
La Alianza Atlántica mantiene unos 12.000 efectivos en Afganistán con la misión de entrenar a las fuerzas y tropas del país asiático.
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