Los terroristas según explicó el jueves el portavoz de la gobernación de la provincia de Sar-e-Pol, Zabiholá Amani, detuvieron en la noche del miércoles el vehículo en el que viajaban los chiíes desde el distrito de Baljjab hacia la capital homónima de la región, y forzaron a los viajeros a apearse en el distrito de Sancharak.
“Los viajeros, todos ellos hermanos hazaras nuestros, viajaban rumbo al centro de la ciudad cuando su furgoneta fue detenida por los talibanes y fueron secuestrados”, indicó Amani.
Los viajeros, todos ellos hermanos hazaras nuestros, viajaban rumbo al centro de la ciudad cuando su furgoneta fue detenida por los talibanes y fueron secuestrados”, indica el portavoz de la gobernación de la provincia de Sar-e-Pol, Zabiholá Amani.
El funcionario afgano explicó además que tras el fracaso de una operación lanzada contra las posiciones de este grupo armado para liberar a los raptados, los líderes lugareños han asumido la tarea de buscar vías para mediar en su liberación.
Este incidente se produjo un día después de que las fuerzas afganas capturaran a un comandante de Talibán en un enfrentamiento registrado en la misma localidad. Por eso, el jefe del consejo provincial, Mohamad Nur Rahmani, opina que los talibanes probablemente busquen canjear al comandante con los civiles secuestrados.
No obstante, ningún grupo ha asumido hasta el momento la responsabilidad de los hechos.
Nicholas Haysom, jefe de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA, por sus siglas en inglés), expresó el jueves su preocupación por los secuestros y ejecuciones masivos registrados durante los últimos días en el país asiático.
“Secuestrar a civiles es indefendible (…) Exijo la liberación inmediata e incondicional de todos los civiles detenidos y el fin de este acto horrible”, dijo Haysom, citado en la página oficial de las Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Según UNAMA, el grupo Talibán organizó el 30 de mayo una emboscada en la provincia de Kunduz, en la que detuvieron tres autobuses, mataron a 10 de sus 200 viajeros y secuestraron al resto, entre ellos mujeres y niños.
La misión de las Naciones Unidas añade que los detenidos, que trabajaban para el Gobierno, fueron maltratados. Se desconoce todavía el destino de 10 de los secuestrados.
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