Se trata del sistema antiaéreo S-300VM4, una modificación del S-300 desarrollada en un principio para el Ejército terrestre, ha informado este miércoles el diario ruso 'Vedomosti' citando a una fuente de la industria militar rusa.
Según el rotativo, esta entrega se basa en el marco del “cumplimiento” de un acuerdo firmado en 2007 entre Rusia e Irán en virtud del cual, la parte rusa se había comprometido a entregar sistemas S-300PMU2.
Sin embargo, agrega, debido a que actualmente dicho sistema ya no se fabrica en serie, Moscú ha propuesto a Irán enviar los modelos S-300VM4.
De acuerdo con Vedomosti, las negociaciones bilaterales avanzan con éxito y podrían concluir en los próximos días.
El martes, el ministro iraní de Defensa, el general de brigada Husein Dehqan, confirmó el próximo suministro de sistemas rusos S-300 al país persa, si bien, cuestionó los pretextos de Moscú que retrasaron innecesariamente la entrega.
De igual forma, señaló que el S-300 que recibirá Irán cuenta con todos los cambios que han aplicado los rusos sobre este sistema hasta la fecha.
Por su parte, John Kirby, portavoz del Departamento de Estado estadounidense, tras admitir que los suministros de S-300 no contradicen resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (CSNU), ha sugerido recabar más datos sobre la transacción para comprobar si es susceptible de las restricciones que Washington impuso a Teherán unilateralmente.
"No sé por qué deberíamos dejar de oponernos a ello", ha manifestado Kirby al recordar que el secretario de Estado, John Kerry, con anterioridad expresó al canciller ruso, Serguei Lavrov, sus preocupaciones al respecto.
Por otra parte, ha puntualizado que Rusia ha desempeñado un papel crucial en las conversaciones sobre el programa de energía nuclear iraní que al fin culminaron con el “acuerdo”.
En 2007, Teherán y Moscú firmaron un contrato de 800 millones de dólares para la compra de al menos cinco baterías de sistemas móviles de defensa aérea S-300, capaces de detectar objetivos hasta a 300 kilómetros de distancia y guiar 12 misiles contra 6 objetivos al mismo tiempo.
No obstante, durante el mandato del presidente Dmitri Medvedev, en 2010, Moscú se negó a entregarlos, bajo el pretexto de que el acuerdo firmado estaría sometido a la cuarta ronda de sanciones impuestas por el CSNU.
El pasado mes de abril, mediante un decreto, el presidente Putin eliminó la prohibición, hecho que fue alabado por las autoridades iraníes.
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