Según los medios locales, el ataque aéreo lanzado el lunes ha tenido como objetivo las localidades de Al-Ary de Al-Yabana en la estratégica provincia occidental de Al-Hudayda.
De hecho, esta agresión aérea se enmarca en el apoyo de Estados Unidos y el Reino Unido al régimen de Israel en su genocidio contra la Franja de Gaza desde el 7 de octubre, que ha dejado hasta ahora al menos 40 988 palestinos asesinados, en su mayoría mujeres y niños, y otros 94 825 heridos, según el Ministerio de Salud con sede en Gaza.
Los yemeníes han expresado abiertamente su solidaridad con Palestina en su batalla contra la ocupación israelí, especialmente después de que el régimen sionista desatara la guerra devastadora en la bloqueada Franja.
Desde noviembre pasado, Yemen lleva a cabo operaciones militares contra objetivos israelíes en los territorios palestinos ocupados y contra barcos israelíes o vinculados al régimen que navegan en el mar Rojo, el océano Índico, el estrecho de Bab El-Mandeb y las aguas adyacentes.
Los ataques han obligado a varias de las mayores empresas navieras y petroleras del mundo a detener sus operaciones de tránsito a lo largo de una de las rutas comerciales marítimas más críticas.
El líder del movimiento de Resistencia yemení Ansaolá, Seyed Abdulmalik Badreddin al-Houthi, ha dicho que es “un gran honor y una bendición enfrentarse directamente a Estados Unidos”.
El sábado por la noche, el portavoz de las Fuerzas Armadas de Yemen, el general de brigada Yahya Sari, anunció que las defensas aéreas yemeníes derribaron un dron estadounidense de tipo MQ9 mientras realizaba actividades hostiles en el espacio aéreo de la provincia de Marib.
Sari confirmó que este era el octavo avión no tripulado de este tipo derribado por las fuerzas de Saná.
Asimismo, reafirmó que las Fuerzas Armadas refuerzan sus capacidades defensivas para enfrentar el ataque estadounidense-británico y responder a los movimientos militares en la región de operaciones marítimas.
hnb