En la reunión, celebrada este jueves, también han estado presentes los jefes de los comités principales de la lucha contra el nuevo coronavirus.
El jefe del Ejecutivo iraní, Hasan Rohani, aseveró el miércoles que el Gobierno seguirá trabajando incluso durante los días festivos del Año Nuevo (Noruz), que empieza el 20 de marzo con el inicio de la primavera y se celebra esta vez de manera distinta debido a la pandemia mundial del coronavirus.
Desde el inicio del brote, las Fuerzas Armadas del país ha otorgado 3000 camas a los hospitales donde atienden a los pacientes infectados con el virus desconocido.
Entre otras medidas, el Gobierno iraní continúa importando mascarillas de protección mientras ha aumentado la capacidad de producción nacional de este elemento protector.
Asimismo, mantiene la suspensión de escuelas y centros educativos y se dan clases de forma online. Las escuelas religiosas también están cerradas gracias a la cooperación de los líderes de estos centros, pues cerrarlos generalmente no es fácil.
Las grandes y pequeñas tiendas que proporcionan bienes esenciales funcionan e incluso algunos de estos servicios están disponibles durante las 24 horas.
El Gobierno tiene planeado entregar paquetes de ayuda a tres millones de familias afectadas económicamente por la propagación del virus.
El Gobierno iraní hace esfuerzos para contener la transmisión del COVID-19 mientras el país es blanco de las criminales sanciones de EE.UU. que afectan también al sector de la salud, impidiendo el acceso a medicamentos.
Ante tal situación, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, convocó el martes a la comunidad internacional a sumarse a la campaña contra las ilegales sanciones de EE.UU. que “literalmente matan a inocentes”.
Pese a todo ello, Irán está haciendo denodados esfuerzos para contener la transmisión del nuevo coronavirus, tal y como ha subrayado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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