Durante su intervención en la 58.ª Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania) el sábado, el presidente ucraniano, Vlodímir Zelenski, anunció que convocará a consultas a los países firmantes del Memorándum de Budapest de 1994.
Agregó que si la cumbre no llega a celebrarse o culmina sin que se otorguen las garantías de seguridad para Ucrania, Kiev tendrá todo el derecho de considerar que el pacto no funciona y que todas las decisiones del paquete quedan en entredicho, por lo que no descarta la posibilidad de que su país reconsidere su renuncia a las armas nucleares.
Cabe recordar que, en el marco del memorándum, firmado por Ucrania, Rusia, EE.UU. y Reino Unido el 5 de diciembre de 1994, Kiev se comprometió a deshacerse de sus arsenales nucleares a cambio de que los demás participantes del acuerdo le garantizaran la seguridad.
Ahora los analistas cuestionan las declaraciones del mandatario ucraniano y creen que desde el aspecto técnico-económico no sería una tarea fácil para Ucrania volver a crear armas nucleares.
Según precisa el analista Vladímir Mijáilov, aunque durante la era soviética Ucrania construían misiles en la planta Yuzhmash en Dnepropetrovsk (actualmente Dnipró), entre ellos el misil balístico intercontinental R-36M (SS-18 Satan), hay que entender que muchos de los componentes se producían fuera de Ucrania.
Por lo tanto, enfatiza en que “es una gran pregunta si Ucrania será capaz de crear un ciclo cerrado de medios de suministro y sacar adelante este proyecto financiera e intelectualmente”.
El tema en cuestión, sin embargo, tiene dos caras. La primera los medios de suministro y la otra las ojivas nucleares, que implican la disposición de uranio o plutonio enriquecido hasta el grado militar.
El uranio en Ucrania se extraía y sigue extrayendo en las regiones de Kirovogrado y Dnipró. Se estima que las reservas del yacimiento Novokonstantinovskoye son las más potentes de Europa, ascendiendo a unas 76.000 toneladas.
Sin embargo, Ucrania no se encuentra entre los países que pueden enriquecer uranio de forma independiente o producir combustible nuclear.
De acuerdo con Mijáilov para producir armas nucleares, Ucrania tendrá que crear una industria relevante prácticamente desde cero. Es imposible hacerlo en cinco minutos, y se tendrá que gastar mucho dinero, sin embargo, destaca que actualmente los ingresos anuales presupuestarios en Ucrania son de poco más de 40 000 millones de dólares.
A su vez, Iliá Kramnik, investigador del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, advierte que la aparición de Ucrania en el club nuclear desataría reacciones en cadena.
A su juicio en el mundo hay demasiados países que quieren adquirir armas nucleares o que tienen la tecnología para desarrollarlas, por lo que el ingreso de Ucrania en el club nuclear podría conducir a una mayor proliferación de armas de destrucción masiva.
En cuanto a si en este proceso Ucrania contará con el respaldo y apoyo de sus aliados occidentales para obtener su propio arsenal, Kramnik responde con un no rotundo.
Hay otros expertos que creen que esta idea de Ucrania lo situaría en una posición mucho peor que la actual y la llevarían al aislamiento internacional.
Creen que si Kiev lanza el desarrollo de armas nucleares sin retirarse del Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) identificarán indicios de esta actividad, que notificarán a su órgano político, la Junta de Gobernadores.
Por su parte, Vladímir Olénchenko, investigador sénior del Centro de Estudios Europeos de la Academia de Ciencias de Rusia, comenta la tendencia que el actual gobierno de Kiev está tratando de generar es que se revisen varios tipos de acuerdos internacionales en los que Ucrania participa.
“Revisión a favor de algunos beneficios unilaterales y beneficios que van en detrimento de la seguridad europea, socavan la seguridad europea. Por lo general, el régimen de Kiev ya ha dado muchos pasos en esta dirección”, matizó.
Por otra parte, Pável Danilin, director general del Centro de Análisis Político e Investigación Social de Rusia, describe las declaraciones de Zelenski como un “chantaje”.
En este sentido, cree que ampliar el número de miembros del club nuclear, en primer lugar, no es beneficioso para nadie, y, en segundo lugar, la pertenencia al club nuclear requiere de un mínimo de aptitud y estabilidad en el país. “Ninguna de estas cosas existe en Ucrania”, recuerda.
A su juicio la aparición de un nuevo actor nuclear conducirá a una degradación total y absoluta en la zona de seguridad europea.
La tensión entre Rusia y Occidente, con Ucrania en medio, se ha intensificado luego de que EE.UU. y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acusaran a Rusia de planes para invadir Ucrania. Moscú ha desmentido tales acusaciones y ha indicado que se trata de un ataque mediático para desviar la atención global de su iniciativa de distensión que propuso al Occidente.
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