“Tiene que haber alguien que pueda hablar con Rusia. ¿Quién lo hará si todos cortan los puentes? No planeamos un paquete de sanciones, porque queremos mantener abierto este canal”, dijo el martes el portavoz de la Presidencia turca, Ibrahim Kalin.
En declaraciones concedidas a la emisora CNNTürk, el vocero admitió que la importación del gas ruso y la importancia del turismo ruso en Turquía son factores para descartar embargos contra Moscú.
De igual modo, aseguró que Ankara seguirá aplicando las normas de la Convención de Montreux, que regula el paso por el estrecho que une el Mediterráneo con el mar Negro.
“Los buques de los países implicados no pueden pasar por [los estrechos de] el Bósforo y los Dardanelos, salvo si están regresando a su puerto de matrícula”, sostuvo Kalin para luego enfatizar que, de momento, ningún navío militar ha pedido pasaje y “tampoco debería haberlo”.
Rusia tiene demandas poco realistas en diálogos con Ucrania
En otro momento de sus declaraciones, Kalin se mostró poco optimista respecto a las negociaciones entre Kiev y Moscú subrayando que en primer lugar se debería acordar un alto el fuego y un corredor humanitario.
“Las negociaciones no son fáciles. Rusia tiene demandas poco realistas. Como el reconocimiento de Crimea o el desarme de Ucrania. Desde nuestro punto de vista no son aceptables”, afirmó.
De hecho, a su juicio, el objetivo principal del presidente ruso, Vladimir Putin, no es Ucrania, “sino que quiere concluir un acuerdo más grande con Occidente”.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ha dicho este martes que Moscú continuará su operación militar especial en Ucrania, iniciada el 24 de febrero, “hasta que logre sus objetivos”, es decir, “proteger a la población del Donbás, desmilitarizar y desnazificar a Ucrania”.
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