“Desgraciadamente, este tipo de organizaciones terroristas dan pasos equivocados con las decisiones que toman. No es posible para nosotros permitir esto. Pagarán un alto precio”, ha advertido en rueda de prensa Erdogan.
Las declaraciones del presidente turco se producen después de que el Ejército turco atacara hoy con aviones y artillería distintas zonas de Afrin, al poco de que llegaran a la zona los combatientes progubernamentales sirios para ayudar a los residentes, según la agencia siria de noticias SANA.
La agencia turca Anatolia, que cita fuentes sobre el terreno, sostiene, sin embargo, que las fuerzas progubernamentales sirias se retiraron antes de llegar a Afrin debido a los disparos de advertencia turcos.
Desde el pasado 20 de enero, las fuerzas turcas y sus aliados del Ejército Libre Sirio (ELS) están ejecutando en Afrin la operación llamada Rama de Olivo”, a fin de erradicar de su frontera meridional a las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), una milicia catalogada por Ankara de “terrorista”.
Desgraciadamente, este tipo de organizaciones terroristas dan pasos equivocados con las decisiones que toman. No es posible para nosotros permitir esto. Pagarán un alto precio”, advierte el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Fuentes médicas del hospital de Afrin han declarado a SANA que hasta el momento 175 civiles han perdido la vida y otras 450 personas, la mayoría niños y mujeres, han resultado heridas en los continuos ataques a las viviendas e infraestructura sirias.
Desde un principio, Damasco condenó “la flagrante agresión” de las fuerzas de Turquía, país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), contra su soberanía y llamó al país a poner fin a su presencia militar en el territorio del país árabe.
Se estima que más de 16 000 personas se han visto obligadas a huir por la operación militar aérea y terrestre de Turquía, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU).
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