Una fuente presidencial turca, que habló bajo condición de anonimato, dijo que Tillerson y el líder turco buscaron la forma de reducir las tensiones durante su reunión que se celebró a puertas cerradas.
Erdogan —muy indignado por el apoyo de Washington a las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), en las cuales se integran las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo)—, le transmitió a Tillerson sus prioridades y expectativas sobre Siria, y también discutió sobre Irak, los desarrollos regionales y la lucha contra el terrorismo.
Los medios de comunicación estadounidenses citaron a un vocero del Departamento de Estado de EE.UU. diciendo que el principal diplomático estadounidense y el presidente turco tuvieron una conversación “productiva y abierta”.
Queremos que terminen todo el apoyo dado al brazo sirio del PKK (siglas en kurdo del Partido de los Trabajadores del Kurdistán), las YPG. Exigimos que esta estructura sea eliminada de las SDF”, precisó el ministro turco de Defensa, Nurettin Canikli, en alusión al apoyo brindado por EE.UU. a las milicias YPG en Siria.
Antes de la reunión, el ministro turco de Defensa, Nurettin Canikli, dijo a periodistas desde Bruselas (Bélgica) que Ankara espera que Washington expulse a las YPG de la alianza de milicias kurdo-árabes respaldada por EE.UU., es decir las FDS.
“Exigimos que esta relación se termine. Queremos que terminen todo el apoyo dado al brazo sirio del PKK (siglas en kurdo del Partido de los Trabajadores del Kurdistán), las YPG. Exigimos que esta estructura sea eliminada de las FDS”, precisó el ministro turco, cuyo país considera “terrorista” tanto las milicias sirias YPG como el turco PKK.
Canikli dijo además, que su homólogo estadounidense, James Mattis, le había prometido recuperar las armas entregadas a las YPG, especialmente las armas pesadas.
No obstante, Tillerson rechazó por completo cualquier suministro de armas pesadas a las milicias sirias YPG. “Nunca les hemos dado armas pesadas a las YPG, por lo que no hay nada que recuperar”, dijo el jueves el secretario de Estado durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro libanés, Saad Hariri, en Beirut.
Con anterioridad, el Departamento de Defensa estadounidense había confirmado el envío de armas pesadas a las kurdas YPG en Siria, por considerarlas una fuerza efectiva en la lucha contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe). Ankara, sin embargo, condena tal suministro, y al mismo tiempo cuestiona la lucha contra el terrorismo que está llevando a cabo Washington en Siria.
La decisión de Turquía para lanzar el mes pasado una operación militar en el territorio sirio —la Rama de Olivo— contra las milicias YPG respaldadas por EE.UU., agravó las tensiones entre Washington y Ankara.
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