“La comunidad internacional observó que cualquier país que delegue su seguridad y su progreso a otros, o tenga la más mínima esperanza o confianza en los arrogantes, está condenado al fracaso”, ha dicho este domingo Mohamad Baqer Qalibaf en un discurso en la apertura de una sesión plenaria del Legislativo, haciendo referencia a la falta de apoyo de Estados Unidos a Ucrania.
El presidente estadounidense, Donald Trump, canceló el viernes la rueda de prensa conjunta con su homólogo ucraniano, Volódimir Zelesnki, en Washington, tras una brusca pelea sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, en la que humilló y abroncó al líder ucraniano en público delante de las cámaras.
Las dos partes se abstuvieron de firmar un acuerdo sobre los minerales, lo cual garantizaría la continuación de la asistencia norteamericana a Ucrania —tanto en armas, como en ayuda financiera—, a cambio del acceso a estos recursos.
En esta línea, Qalibaf ha dicho que el imperialismo aprovecha a sus aliados para conseguir beneficios dándoles promesas vacías y luego los arroja al basurero. Este comportamiento, agrega, ha demostrado que “quizás resistir a los opresores sea difícil o costoso, pero hacer amistad con ellos es letal”.
El presidente del Legislativo ha alabado al Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, por haber advertido hace tres años a Ucrania sobre los engaños de Occidente y su carácter inconfiable.
Ha aprovechado, además para destacar que la Revolución Islámica “salvó Irán de la dependencia de los poderes más desconfiables del mundo” —en alusión a Estados Unidos— y asegurado que el pueblo iraní utilizará sus propias experiencias y las de otros para superar los problemas y dificultades.
Desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, en febrero de 2022, cuando Zelenski rogaba por obtener más apoyo estadounidense, el Líder de Irán advirtió una y otra vez que Kiev no debe confiar en Estados Unidos.
Conforme al ayatolá Jamenei, este conflicto fue provocado por el expansionismo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), para beneficiar los intereses de Occidente, por lo tanto, confiar en Washington y sus aliados occidentales es un error estratégico que conduciría a Kiev hacia la destrucción.
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