“Es algo natural que Irán no puede ser indiferente respecto a su seguridad nacional. La seguridad de los ciudadanos de Irán es una línea roja y las Fuerzas Armadas no se quedarán de brazos cruzados”, ha declarado este lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Naser Kanani, en una conferencia de prensa, al ser preguntado sobre las posturas hostiles después de la operación militar de Irán en Erbil, en Kurdistán iraquí.
Kanani ha aseverado que, pese a las buenas relaciones con el Kurdistán de Irak, durante los últimos años ha habido evidentes amenazas contra Irán desde ese territorio.
El portavoz iraní ha señalado que la medida de Irán contra la sede de la agencia de espionaje israelí, Mossad, en Erbil tiene como objetivo castigar a los agresores contra la seguridad de Irán y no supone un ataque a la soberanía territorial del Irak.
Ha recalcado que Irán es el gran defensor de la seguridad, la soberanía e integridad territorial de Irak. “Nosotros cumplimos con la seguridad de Irak y esto no necesita verificación”, ha subrayado.
Las relaciones entre Irán y Pakistán están fortalecidas
Además, el portavoz iraní, al hacer referencia a los ataques de Irán a las bases terroristas de Yeish al-Adl en el suroeste de Pakistán, ha resaltado que el tema de confrontación con los grupos terroristas era uno de los asuntos discutidos entre los entes militares y de seguridad de Irán y Pakistán.
Ha enfatizado que “las relaciones entre Irán y Pakistán están fortalecidas” y la confrontación con los grupos terroristas es el objetivo compartido de los dos países en el largo plazo para desarrollar las cooperaciones comunes.
“Las relaciones entre los dos países son amistosas y fraternales y ambos enfatizan la soberanía e integridad territorial uno del otro”, ha destacado.
Kanani ha aseverado que el terrorismo es el peligro que amenaza tanto a Irán como a Pakistán, y las dos naciones coincidan en luchar contra este flagelo.
Irán atacó el pasado 17 de enero contra cuarteles del grupo terrorista Yeish al-Adl, ubicados en las alturas de la región pakistaní de Baluchistán, a kilómetros de zonas residenciales, por sus repetidos ataques contra miembros de las fuerzas de seguridad, personal judicial e integrantes del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI).
A su vez, el 18 de enero, el Ejército pakistaní realizó lo que describió como ataques militares “altamente coordinados” contra “escondites de grupos armados en la provincia de Sistán y Baluchistán en Irán”.
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