“Las relaciones amistosas y fraternales entre las naciones iraní y azerbaiyana se han establecido sobre la base de lazos históricos y culturales irrompibles”, ha indicado este sábado Seyed Ebrahim Raisi durante una conversación telefónica con su homólogo azerbaiyano, Ilham Aliev.
El mandatario persa ha asegurado que “los Gobiernos de Irán y Azerbaiyán no permitirán que sus lazos se vean influenciados por las inducciones de elementos malvados en ambos países”.
Los dos presidentes hablaron por teléfono un día después de que un hombre armado atacara con un rifle la legación de Azerbaiyán en Teherán por motivos personales y matara a tiros a un guardia de seguridad e hiriera a otros dos.
En este contexto, Raisi ha expresado las condolencias del Gobierno y el pueblo de Irán por el incidente y expresado su solidaridad con la nación azerbaiyana. A su vez, ha dicho que ha encomendado a los organismos pertinentes el seguimiento del caso.
Por su parte, el presidente de Azerbaiyán ha agradecido a Raisi su solidaridad hacia la nación azerbaiyana y ha señalado que el incidente del viernes fue “un crimen inesperado”, pero ha subrayado que “la cooperación entre los dos países debe estar al nivel de que nadie tenga la oportunidad de interrumpir las relaciones amistosas entre los dos países con la excusa de tales incidentes”.
El autor del ataque del viernes, un ciudadano iraní casado con una mujer azerbaiyana, ha afirmado en una entrevista con la Organización de Radio y Televisión de la República Islámica de Irán (IRIB, por sus siglas en inglés) que atacó la embajada azerbaiyana para “salvar a su esposa” que, a su juicio, “está detenida en la embajada desde hace nueve meses”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán confirmó que el suceso no se trata de un acto “terrorista”.
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