El ayatolá Seyed Ali Jamenei ha pronunciado este lunes un discurso con motivo de la sublevación histórica del pueblo de Qom (al sur de Teherán, capital) el 9 de enero de 1978 (19 de dey de 1356 del calendario persa) contra el régimen monárquico Pahlavi.
De acuerdo con el Líder de Irán, esta revuelta fue una de las que condujo a la Revolución Islámica de 1979 y salvó el país del dominio occidental.
El Líder ha considerado la epopeya del 19 de dey como “un suceso evolutivo e histórico” que marcó “el inicio de una gran yihad” que tuvo como objetivo salvar Irán del yugo del Occidente.
Esa gran yihad, agrega el ayatolá Jamenei, estaba dirigida a “liberar Irán del dominio político y militar del Occidente, independizarlo y revivir la identidad histórica de Irán. La identidad histórica del Islam e Irán es el Irán islámico”, ha acentuado.
Enemigos extranjeros intervinieron abiertamente en disturbios de Irán
El Líder ha dicho que los adversarios de la República Islámica intentan ignorar o minimizar la importancia de los sucesos históricos más destacados del país, como el aniversario de la victoria de la Revolución Islámica el 11 de febrero de 1979, el Día Nacional de la Lucha contra la Arrogancia el 4 de noviembre de 1979, y el funeral del asesinado comandante iraní Qasem Soleimani el 7 de enero de 2020, entre otras fechas.
Ha hecho referencia también a otro importante suceso histórico del país, es decir la guerra impuesta por el Irak de Saddam Husein a Irán (1980-88) y ha destacado que, pese al apoyo total que recibió el dictador iraquí de Estados Unidos, la Unión Europea, la extinta Unión Soviética, la Alianza Atlántica y los países reaccionarios árabes, el agresor iraquí sufrió un fracaso humillante en la guerra.
En este conflicto, ha enfatizado, “todas las potencias del mundo se unieron para dividir a Irán, para separar Juzestán, para separar tal y tal lugar, pero ni siquiera pudieron apoderarse de un pedazo de tierra del país”.
La CIA intentó, sin éxito, derrocar la República Islámica en diciembre de 1979
Ha citado un documento desclasificado recientemente que revela que el expresidente estadounidense James Earl Carter ordenó en diciembre de 1979 a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos derrocar la República Islámica, 10 meses después de la victoria de la Revolución. El Líder ha dicho que EE.UU. ha continuado su enemistad hacia Irán desde hace más de 40 años.
El ayatolá Jamenei ha denunciado una vez más la implicación directa de Estados Unidos y varios países europeos en los recientes disturbios acaecidos en Irán. “La huella de los extranjeros se veía claramente [en los desmanes]. Los estadounidenses y los europeos participaron de manera clara en los acontecimientos cada uno de una forma distinta”, explica.
Desde el inicio de los disturbios —acaecidos a mediados de septiembre—, ha detallado, se ejerció una masiva campaña mediática contra la República Islámica desde los medios occidentales, árabes y hebreos para presentar a los vándalos como disidentes que denuncian “la gestión económica” del país. Sin embargo, el Líder ha asegurado que “los que planearon y ejecutaron los desmanes no tenían como objetivo solucionar las debilidades del país, sino que buscaban destruir los puntos fuertes” de Irán.
Ha admitido que el país sufre problemas económicos, pero ha asegurado que estos no se resolverán con disturbios. “No hay duda de que tenemos problemas económicos y de subsistencia, pero, ¿se resolverán los problemas quemando los contenedores de basura?, ¿se resolverán con disturbios callejeros?”, ha preguntado el Líder.
Ha tachado de traidores a la patria a los vándalos y asegurado que el país “actuará con seriedad y justicia” con ellos.
El Líder ha hecho hincapié en la necesidad de frustrar la guerra mediática ejercida por los enemigos contra el país, al tiempo que ha instado a realizar trabajos innovadores en los campos económico, cultural, científico y de seguridad en el país.
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