Publicada: jueves, 27 de septiembre de 2018 18:34

Tras la victoria de la Revolución Islámica y la elección por parte del pueblo de una República Islámica, varios grupúsculos que se sentían decepcionados comenzaron a sabotear al nuevo gobierno. Uno de ellos fue el grupo Forghan, que en poco tiempo asesinó a muchas figuras políticas clave.

Morteza Motahhari, miembro del Consejo de la Revolución Islámica; Mohamad Vali Gharani, comandante del Estado Mayor Conjunto del Ejército; Mohamad Mofatteh, profesor universitario y profesor de seminario, se encuentran entre los intelectuales asesinados por este grupo. También protagonizó un intento fallido contra Akbar Hashemi Rafsanjani. En total, perpetró 20 ataques terroristas, la mayoría de los cuales tuvieron éxito.

Akbar Goudarzi, un clérigo desconocido que no había terminado sus estudios sobre Jurisprudencia Islámica, era el líder de este grupo terrorista. Se creía que era un miembro del SAVAK, el servicio de inteligencia de la dinastía Pahlavi, y que estuvo apoyado por Estados Unidos en los operativos que llevó a cabo dentro de Irán.

Tras la toma de la embajada de EE.UU. se supo que mantenía lazos con el grupo terrorista Forghan a través de terceros. Los estadounidenses se pusieron nerviosos porque le habían proporcionado apoyo financiero y tenían la esperanza de que este grupo, junto a 100 grupos más que contaban con unos 50 a 2000 miembros cada uno, derrocara al nuevo gobierno de Irán.

A pesar de estar muy bien organizado y permanecer oculto, el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) logró capturar a todos sus miembros en un año. Los cabecillas de Forghan fueron ejecutados y esto, en la práctica, puso fin a otro operativo estadounidense dentro de Irán.

eha/hnb