Los críticos han definido la situación como un golpe parlamentario. “Merino no es mi presidente”, “¡Pueblo despierta!” y “Congreso usurpador”. Con estas palabras, miles de personas salieron a las calles de diferentes ciudades de Perú, por tercer día consecutivo, para protestar contra la destitución del presidente Martín Vizcarra.
Por su parte, la policía no dudo en recurrir al uso de la fuerza. Utilizó gases lacrimógenos, perdigones y disparos al aire para dispersar a los manifestantes, dejando varios heridos y numerosos detenidos.
La Asociación Civil Transparencia difundió, la mañana del miércoles, un pronunciamiento que alerta sobre la concentración del poder en el Ejecutivo y el Congreso, por parte de los grupos que depusieron a Vizcarra, y la vulneración al derecho a la protesta. Mientras, el nuevo primer ministro, Ántero Flores-Aráoz, afirmó que las recientes protestas son incitadas y que la policía no ejerció ninguna represión.
El Congreso peruano destituyó el lunes a Vizcarra, en medio de acusaciones de corrupción, en el segundo juicio político contra el mandatario en apenas dos meses. La votación, que tuvo lugar semanas después de un intento anterior de destitución, fue una sorpresa para muchos, ya que Perú tiene previstas elecciones presidenciales para abril de 2021. Merino, ingeniero agrónomo de centroderecha, prometió en su primera alocución ante el Congreso, que respetará el cronograma electoral que prevé elecciones generales para el 11 de abril próximo.
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