El más sonado es un caso de estafa, admitido por José María Ibáñez, un parlamentario que se vio obligado a presentar renuncia tras varios días de protesta. El legislador contrató a sus caseros con dinero del Congreso. El pueblo salió a exigir que la justicia actúe como corresponde.
El procedimiento del diputado Ibáñez concluyó con la suspensión provisional, prácticamente en la impunidad. El parlamentario, hace solo días, había afirmado que no podía ser juzgado por la justicia y por el Congreso por la misma causa.
Otros legisladores hablan de mejorar urgentemente la imagen del Congreso. Los propios electores esperan resultados con las denuncias de corrupción.
El Congreso paraguayo tiene por lo menos una decena de parlamentarios imputados por diversos hechos de corrupción. La ciudadanía con esto dice lanzar un mensaje para que la justicia actúe sobre los infractores.
Juan Cáceres Troche, Asunción
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