El ministro de finanzas del régimen sionista, Bezalel Smotrich, afirmó el lunes que la decisión de detener la entrada de ayuda humanitaria a Gaza es el primer paso hacia el camino correcto, en referencia al complota del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, destinado a forzar el desplazamiento de los habitantes de la región.
“Detuvimos la entrada de ayuda humanitaria a Gaza porque HAMAS no libera a nuestros prisioneros, no deja sus armas y no se retira de Gaza”, indicó.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró el domingo que, para liberar a los retenidos sionistas, había decidido detener la ayuda humanitaria a Gaza.
Esto, a pesar de que, según el acuerdo de alto el fuego, en la primera fase se debía liberar a algunos retenidos israelíes y presos palestinos, y en la segunda fase, el régimen sionista debía detener completamente la guerra y retirarse de Gaza.
Los sionistas, con un intento de avanzar mientras violan el acuerdo de alto el fuego, afirmaron que, para liberar a sus retenidos, se ven obligados a detener el envío de ayuda a Gaza.
“Quiero subrayar que la detención de la entrada de ayuda humanitaria a Gaza es solo el comienzo, y el siguiente paso será cortar el suministro de agua y electricidad a Gaza”, dijo el ministro israelí de finanzas.
Afirmó que con un ataque poderoso, se abrirán las puertas del infierno sobre Gaza; un ataque que podría llevar a la ocupación de la región y ejecutar el plan del presidente de EE.UU., Donald Trump, para incentivar la migración forzada de los habitantes de Gaza.
El ministro de finanzas de Israel también anunció que viajaré a Washington a invitación del secretario del Tesoro de Estados Unidos para fortalecer las relaciones económicas entre Israel y Estados Unidos.
Finalmente, comentó que “el gobierno de Trump ha generado grandes cambios para Israel en todos los ámbitos, a diferencia del gobierno de (Joe) Biden, que incluso nos prohibió las armas”.
Trump había afirmado recientemente que los habitantes de Gaza deberían ser trasladados forzosamente a los países vecinos de Palestina, es decir, Jordania y Egipto.
Los funcionarios egipcios y jordanos se opusieron rotundamente a este plan de ocupación y enfatizaron que no permitirán bajo ninguna circunstancia que ningún refugiado palestino se asiente en sus países.
Las autoridades de Jordania y Egipto, así como varios países árabes, insisten en que debe formarse un Estado palestino, permitiendo a sus habitantes determinar su propio destino.
hnb